028 - Los Dothraki

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El sol se escondía en Dragonstone cuando Rhaelle montó a Mistral

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El sol se escondía en Dragonstone cuando Rhaelle montó a Mistral. El enorme dragón extendió sus alas, y con un rugido ensordecedor, se elevó hacia el cielo, dirigiéndose hacia el oeste.

El viaje duro tres días y dos noches, Rhaelle cruzó el continente de Essos, lo más rápido que pudo sin descansar, enfrentándose a tormentas y atravesando paisajes desconocidos. Mistral estaba ya muy cansado al igual que ella pero ninguno de los dos se rendían, seguían firme volando sin descansar con tal de llegar lo más rápido posible.

En esos días en que la princesa viajaba, había ocurrido la batalla de Rook's Rest, Rhaelle sabia que Rhaenys se había ofrecido a ir y tenía plena fe en que podría vencer, sin saber lo que en realidad estaba pasando.

Cuando ocurrió. Rhaenys se elevaba en el aire sobre, Meleys, el Rojo Furia. la batalla de Rook's Rest estaba en su apogeo. Ella estaba allí para defender y hubiera sido más fácil si no hubiese aparecido Aegon en su dragón queriendo pelear cuando la única palabra en Valyrio que sabia era Dracarys.

Sin perder tiempo, ambos dragones se lanzaron uno contra el otro en una feroz batalla aérea. Meleys, ágil y rápida, logró herir a Sunfyre con rasguños es su pecho, arrancando un grito de dolor del dragón dorado. Mientras Aegon luchaba por mantener el control, un rugido ensordecedor resonó en el aire. Aemond apareció en Vhagar, Aegon agradeció a los Dioses por la aparición de su hermano, creyendo que su Aemond venía en su ayuda. Sin embargo, Aemond dirigió a Vhagar hacia Sunfyre y, gritó Dracarys, atacando al dragón dorado, sorprendiendo a Aegon.

Aegon gritó de horror y desesperación mientras Sunfyre se debatía en llamas, y finalmente, el dragón y su jinete cayeron del cielo envueltos en una tormenta de fuego y cenizas.

Aun quedaba Rhaenys y su dragón, Meleys y Vhagar se lanzaron el uno contra el otro, sus rugidos resonando por todo el campo de batalla. Las garras y colmillos se entrechocaron en una danza. La lucha se trasladó al suelo cuando ambos dragones cayeron, heridos. Por un momento, la batalla pareció detenerse mientras ambos dragones luchaban por levantarse, resurgieron rápidamente.

Aemond, ya recuperado en el aire, vio su oportunidad y ordenó a Vhagar que atacara. En un movimiento rápido, Vhagar mordió el cuello de Meleys, desgarrándolo con sus colmillos afilados. El grito de agonía de Meleys fue devastador, mientras el dragón giraba por última vez su cabeza para ver a su jinete,
En ese momento Rhaenys sabia que no había vuelta atrás y se resignó a morir, no iba a dejar a su dragón sola.

Ambas cayeron juntos, un último gesto de unidad y valentía. Con un estruendo que sacudió el campo de batalla, sus cuerpos se estrellaron contra el suelo, quedando inmóviles. Aemond observó con una mezcla de triunfo y satisfacción.

Rhaelle estaba ajena a esto, cuando llegó al Mar Dothraki. Sabía que la tarea que tenía por delante no sería fácil. Era muy joven para hacer estas cosas pero estaba dispuesta si esto ayudaba en algo.

DEBER Y SACRIFICIO | house of the dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora