026 - El adios de los príncipes

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Rhaenyra se volvió hacia Rhaelle, su rostro relajándose ligeramente

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Rhaenyra se volvió hacia Rhaelle, su rostro relajándose ligeramente. "Rhaelle, hay algo más que necesito discutir contigo."

Rhaelle asintió. "Lo que necesites, Rhaenyra."

"La situación se está volviendo cada vez más peligrosa. No puedo permitir que mis hijos se queden aquí y corran el riesgo de ser capturados o asesinados. He decidido enviarlos a mi prima, Jeyne Arryn, en el Valle. Allí estarán seguros bajo su protección."

Rhaelle escuchó con atención mientras Rhaenyra continuaba hablando. "Quiero que consideres enviar a Daemond con ellos. Será más seguro allí, los niños estarán protegidos."

Rhaelle se quedó en silencio por un momento, considerando la propuesta. "Haré lo que consideres mejor, confío en tu palabra hermana. ¿Puedo preguntar algo?."

"Dime." respondió Rhaenyra. ¿Y Daemon? No lo he visto en el consejo. ¿Dónde está?."

Rhaenyra suspiró profundamente. "Daemon ha partido hacia Harrenhal. Fue quien estuvo detrás de lo que le pasó a Helaena y discutimos así que se fue."

Rhaelle asintió lentamente, no queriendo presionar más sobre el tema. "Me retiro majestad." después de estoy Rhaelle se fue de la habitación dejando a Rhaenyra sola.

Caminó por los pasillos en camino a su habitación, su mente ocupada con mil pensamientos. Sin embargo, al llegar a la puerta de la habitación, todas sus preocupaciones se desvanecieron. Al entrar, vio a su pequeño durmiendo en su cuna. La luz de la tarde se filtraba por la ventana, bañando la habitación con un resplandor cálido. Rhaelle se acercó silenciosamente, observando el rostro sereno de su bebé. Con una sonrisa, lo recogió con cuidado, sosteniéndolo contra su pecho.

"Hola, mi pequeño dragón." susurró, acariciando suavemente su cabello. El bebé abrió los ojos, mirándola con curiosidad antes de esbozar una pequeña sonrisa. Rhaelle se rió suavemente y se sentó en una silla cerca de la ventana, acunándolo en sus brazos.

Rhaelle movía sus dedos por el aire, haciendo sombras en la pared y creando pequeñas historias para entretener a su hijo. Sus risas llenaron la habitación. "Voy a enviarte lejos por un tiempo, mi amor." le susurró, su voz temblando ligeramente. "Pero es para mantenerte a salvo, y te prometo que volveré a buscarte." el bebé, ajeno a las palabras de su madre, siguió jugando con las sombras.

Después de un tiempo, el bebé se quedó profundamente dormido en sus brazos. Rhaelle lo colocó de nuevo en la cuna con delicadeza, cubriéndolo con una manta cálida. Se quedó un rato más, hasta que ella misma se quedó dormida a su lado en su cama.

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"No puedo darte un dragón capaz de luchar pero envío lo que puedo." fueron las palabras de Rhaenyra a Rhaena a las afueras del castillo de Dragonstone. "Stormcloud, Tyraxes, Firewings y Blackscales son pequeños, pero crecerán. Debes recordarle a lady Jeyne su juramento y... persuadirla de la urgencia de nuestra necesidad." Rhaena seguía algo desconcertada por ser ella la enviada a para cuidar a los hijos de Rhaenyra y Rhaelle, se sentía mal por no tener un dragón.

DEBER Y SACRIFICIO | house of the dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora