A la llegada de la princesa, fue recibida por un par de sirvientes silenciosos que la acompañaron a sus aposentos, donde la aguardaba Jacaerys. Al ver a Rhaelle entrar, su expresión se suavizó, aunque no pudo ocultar la preocupación que se reflejaba en sus ojos violetas.
—Mi amor —susurró Jacaerys al verla, dando un paso hacia ella. La preocupación en su rostro era evidente—. ¿Cómo te fue? ¿Todo salió bien?
Rhaelle lo miró fijamente, y se acercó para darle un beso antes de contestarle. —Mi madre me ha vuelto a traicionar —dijo, su voz suave pero cargada de una amargura contenida. Sin embargo, al ver la preocupación en los ojos de Jacaerys, levantó una mano para detener cualquier pregunta o comentario—. Pero no quiero hablar de eso ahora. Mi madre ya no es lo que creía.
Jacaerys asintió lentamente, se acercó a la mesa cercana y sirvió un poco de vino en dos copas, entregándole una a Rhaelle.
Ella aceptó la copa, pero no bebió de inmediato. En cambio, se dirigió hacia la ventana de su habitación, desde donde se podía ver el mar agitado bajo la luz de la luna. Se quedó en silencio por un momento, contemplando las olas que se estrellaban contra las rocas abajo. Finalmente, habló, su voz apenas un susurro. —Estamos tan cerca, Jace. Tan cerca de tomar el trono. Pero las cosas se van a complicar aún más ahora. Lo sé.
Jacaerys se acercó a ella, quedándose a su lado mientras ambos miraban hacia la oscuridad exterior. —Lo sé —respondió con calma—. Pero es importante hacer lo que viene, si no morimos en el intento, algún día seremos los reyes de los Siete Reinos.
Rhaelle lo miró de reojo, su corazón apretado por la responsabilidad que sentía crecer en su pecho. —No sé si estoy lista para ser reina —admitió finalmente, su voz temblando ligeramente. Era la primera vez que lo decía en voz alta, y al hacerlo, sentía el peso de sus propias palabras—. Hasta hace poco tiempo creía que mi vida iba a basarse en morir como princesa al lado de un guardia.
Jacaerys colocó su mano sobre la cintura de ella, apretándola con suavidad. —Nadie está completamente listo para ser rey o reina. Fuiste preparada para algo más que ser una simple princesa.
Rhaelle se permitió una pequeña sonrisa. —Es fácil decirlo ahora, cuando estamos solos en esta habitación, con solo el viento y las olas como testigos. Pero allí afuera... allí afuera, el juego es mucho más peligroso.
Jacaerys asintió. —Lo sé, pero hemos enfrentado cosas peores. Y las enfrentaremos juntos.
Rhaelle giró completamente hacia él, y por un momento, ambos se quedaron en silencio, mirándose el uno al otro. Finalmente, Rhaelle suspiró, sintiendo que una parte de su carga se aligeraba solo por el hecho de tenerlo a su lado. El se acercó a ella besándola con cuidado haciéndola sentir segura.
A la mañana siguiente, el sol aún no había alcanzado su punto más alto cuando Rhaelle y Jacaerys se levantaron de la cama. El aire en la habitación estaba frío, mientras Rhaelle se vestía lentamente, observando su reflejo en el espejo con detenimiento, extrañando ver el vientre abultado que antes tenía.
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DEBER Y SACRIFICIO | house of the dragon
FanficLa última hija del rey Viserys y la reina Alicent tiene muchos más deberes de los que pensaba y el primero de ellos es casarse con ser Criston...