La atmósfera en Dragonstone era tensa, Rhaenyra, se encontraba al final de la mesa. Sus ojos violetas eran duros. A su lado, Daemon, se mantenía en silencio, una mano descansando casualmente sobre el pomo de Dark Sister. Su mirada era igual de intensa, pero había una chispa de desafío en ella, como si ya estuviera saboreando la batalla por venir.
Frente a ellos, Jacaerys estaba de pie, su semblante serio, aunque en sus ojos ardía la misma determinación que en los de su madre. A su lado, Rhaelle lo observaba con atención, su expresión más reservada, pero no menos comprometida. Sabía que las decisiones tomadas hoy no solo afectarían el destino de su familia, sino el de todo Westeros. A su lado, Baela mantenía la barbilla en alto, con la misma mezcla de confianza y cautela que los demás.
— La reina viuda ha venido a verme —, comenzó diciendo Rhaenyra. — Ha prometido dejarnos el camino libre para tomar el trono con la condición de que la deje ir libre a ella y su hija Helaena lejos de King's Landing.
— Debemos tomar King's Landing antes de que Aemond se entere de lo que su madre planea hacer —, añadió Rhaenyra.
— Me atrevo a decir su majestad que la reina viuda no es de confianza —, hablo Rhaelle desde su sitio. — Propongo enviar a los soldados en partes y a lo largo y ancho de King's Landing para poder rodearlos.
Rhaenyra asintió lentamente, pero sus ojos se movieron hacia uno de los hombres, quien frunció el ceño antes de hablar. — Pero si atacamos directamente, ¿qué pasa con las ciudades leales a nosotros? Si King's Landing cae, podrían rebelarse o, peor, podrían unirse a la causa de Aegon para evitar represalias.
Daemon bufó, su impaciencia evidente. — El Norte es leal a nuestra causa, lo han sido desde el principio. Y el Valle... ahora tienen a Rhaena.
La discusión se caldeó, cada uno presentando sus argumentos con creciente intensidad. Rhaenyra, mientras tanto, observaba en silencio, sopesando cada palabra, cada gesto, buscando alguna señal de duda. Finalmente, cuando la tensión parecía a punto de estallar, Rhaenyra alzó la mano, imponiendo silencio en la sala. — Escuchadme bien. Esta guerra no se ganará con dragones y espadas solamente. Dividiremos nuestras fuerzas.
Todos se quedaron en silencio, esperando a que ella continuara.
— Daemon comandaras tu ejército—, dijo Rhaenyra, mirando a su esposo. — Jacaerys y Rhaelle comandaran al ejército Dothraki. Baela y yo lideraremos la ofensiva sobre King's Landing y Lord Corlys llevará sus flotas. No quiero reinar sobre cenizas, no quiero llevar muerte.
-
El cielo sobre King's Landing se oscurecía cuando el rugido de un dragón resonó sobre la ciudad. Los ciudadanos miraron hacia arriba mientras la figura del pequeño Teesarion, el dragón de escamas azules y bronce, descendía desde las alturas. En la Fortaleza Roja, Alicent aguardaba en la plaza principal, rodeada de miembros de la corte y soldados.
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DEBER Y SACRIFICIO | house of the dragon
FanfictionLa última hija del rey Viserys y la reina Alicent tiene muchos más deberes de los que pensaba y el primero de ellos es casarse con ser Criston...