027 - Rhaelle y Rhaenys

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"¿Dónde está la reina?

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"¿Dónde está la reina?." preguntó Rhaelle al entrar en la sala.

"No lo sabemos, princesa." contestó Celtigar.

"Por los dioses." susurró la princesa. "¿Y el príncipe?." justo en ese momento, Jacaerys fue anunciado junto a Baela.

"¿Y mi madre?." preguntó Jacaerys.

"Como le decíamos a la princesa Rhaelle, no lo sabemos, mi príncipe."

"Tenemos demasiados problemas como para que la reina desaparezca." comentó Ser Alfred.

"Somos conscientes de eso Ser, no hace falta recordarlo." respondió Rhaelle.

"Muchos tienen hambre. King's Landing se ocupa nde crear más armas para la guerra, pero no de alimentos." dijo uno de los consejeros.

"¿Y qué es lo que proponen?" preguntó Baela.

"Necesitan contención, Lady Baela, alguien que se las dé." dijo Lord Simón.

"Pues dénsela," respondió Rhaelle mirándolos fijamente. "Tengo los medios para proporcionar alimentos. Háganlo sin levantar revuelo, en nombre de la reina Rhaenyra."

"¿Está usted segura, princesa?"

"Lo estoy. Las personas necesitan seguridad, así que hay que dársela."

"Muy bien, princesa, así se hará."

-

Rhaenyra se encontraba en King's Landing. Había planeado vestirse como septa para no ser descubierta, esa sería la mejor manera de entrar. Rhaenyra quería hablar con Alicent y aún deseaba saber si podía mantener la paz y evitar la guerra.

Rhaenyra entró junto a las otras septas para acercarse a Alicent, quien se encontraba rezando. La reina se aproximó a ella y encendió una vela también. Al principio, Alicent no se dio cuenta de lo que estaba pasando, pero cuando escuchó un sonido extraño, abrió los ojos y vio a una septa sacar una daga de su vestido. Al alzar la mirada, reconoció a Rhaenyra y se asustó.

Alicent trató de irse, pero Rhaenyra la detuvo rápidamente. "No... no." pidió Rhaenyra.

"¿Qué?." preguntó Alicent, sorprendida.

"Debo hablar contigo." insistió Rhaenyra.

"¿Y si gritara?." amenazó la reina viuda.

"Tus caballeros me encontrarían, sería arrestada o asesinada, pero no antes de matarte." respondió Rhaenyra.

"¿Y luego qué?"

Rhaenyra no sabía qué decir, así que solo respondió, "No fue un buen inicio." después de unos segundos, Rhaenyra continuó. "Tú y yo observamos el torneo juntas, el día que nació mi hermano... sabíamos incluso entonces que hombres entrenados para la batalla desean pelear, buscando sangre y gloria. Pero tú... sé que no tienes ese deseo en tu interior." el ambiente se volvió tenso. "Rhaenys me aconsejó, dijo que vio en ti el deseo de evitar lo peor de lo que podría pasar."

DEBER Y SACRIFICIO | house of the dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora