Rhaelle observaba la isla con atención mientras la brisa del mar acariciaba su cabello plateado. El sol comenzaba a descender en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y púrpuras. Se encontraba en el patio de la casa de Aldara, admirando la serenidad del lugar, cuando la señora de la casa se le acercó con una sonrisa amable.
—Princesa, ¿disfruta de la vista? —preguntó Aldara.
—Sí, es un lugar hermoso y tranquilo —, respondió Rhaelle, volviéndose hacia ella—. Quería pedirle algo, si no es inconveniente.
—Claro, lo que necesite —Aldara inclinó la cabeza con curiosidad.
—Me preguntaba si su hijo, podría acompañarme a caminar un poco —Rhaelle hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas—. No quiero estar sola.
Aldara asintió lentamente, comprendiendo la solicitud sin necesidad de más explicaciones.
—Por supuesto, Aemric estará encantado de acompañarla. Le vendrá bien algo de aire fresco —Aldara llamó a Aemric, quien apareció rápidamente—. Aemric, Lady Rhaelle desea que la acompañes a caminar.
—Será un honor, mi señora —respondió el chico, inclinándose ligeramente.
Rhaelle sonrió y le ofreció un gesto de asentimiento antes de comenzar a caminar junto a él, dejando atrás la casa y adentrándose en los senderos que llevaban hacia la montaña. Mientras caminaban, el silencio entre ellos se llenó de la música de los pájaros y el susurro del viento.
—Señora, ¿a dónde desea ir? —preguntó Lucerys, con una mezcla de respeto y cautela.
—No me llames así —dijo Rhaelle con suavidad—. Puedes llamarme Rhaelle... o tía, si prefieres.
Lucerys parpadeó, un poco sorprendido por la familiaridad en su voz, pero luego asintió con una leve sonrisa.
—Está bien... tía Rhaelle —respondió, probando el nombre en sus labios—. ¿A dónde vamos?.
—Quiero que me lleves a ver al dragón en la montaña —dijo finalmente, sus ojos violetas brillando con determinación.
Lucerys se detuvo por un momento, su expresión volviéndose seria mientras miraba hacia la montaña que se erguía imponente frente a ellos.
—Es peligroso —dijo en voz baja, aunque sin temor.
Rhaelle asintió, pero su determinación era firme. —Lo sé, pero necesito verlo.
Una estructura natural que dominaba el paisaje de la isla estaba frente a ellos. Sus laderas estaban cubiertas de una espesa vegetación, formada por altos pinos y robles que parecían haber resistido siglos de tormentas y viento. La base de la montaña estaba envuelta en una densa niebla que daba al lugar un aire de misterio.
A medida que ascendían, el terreno se volvía más abrupto y rocoso. Los senderos que seguían estaban marcados por la erosión del tiempo, con piedras sueltas que hacían que cada paso requeriera cuidado. El sonido de sus pisadas se mezclaba con el murmullo lejano de un arroyo que descendía suavemente por la ladera.
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DEBER Y SACRIFICIO | house of the dragon
FanficLa última hija del rey Viserys y la reina Alicent tiene muchos más deberes de los que pensaba y el primero de ellos es casarse con ser Criston...