018 - La reina negra

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En Dragonstone el día de la coronación de Aegon, la princesa Rhaenyra aún no sabia lo que había pasado hasta que la princesa Rhaenys se presentó ante ella

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En Dragonstone el día de la coronación de Aegon, la princesa Rhaenyra aún no sabia lo que había pasado hasta que la princesa Rhaenys se presentó ante ella. "Princesa Rhaenys, ¿nos trae noticias de la recuperación de Lord Corlys?." Preguntó Rhaenyra al verla.

"Viserys está muerto." El rostro de Rhaenyra se transformó al instante al escuchar esas palabras, mientras que Daemon giraba su cabeza para ver la situación. "Lamento esta pérdida contigo, Rhenyra. Mi primo, tu padre, poseía un corazón amable." Rhaenys se acercó más a ella para seguir hablando sabiendo que lo que venía quizás era peor. "Pero hay más, Aegon a sido coronado como su sucesor."

Aquellas palabras hicieron que Rhaenyra sintiera un fuerte dolor en su estómago que la hizo retroceder. "Y lo coronaron." "¿Como murió Viserys?." fue lo que preguntó el príncipe Daemon. "No lo se."

"¿Hace cuánto?." "Unos días, no lo se, fui aprisionada en mis habitaciones mientras la reina hacía los preparaciones." Confesó Rhaenys.

"Alicent demandó que declararas a Aegon." Dijo la princesa con dolor. "Lo hizo, yo me rehusé, el septom supremo coronó a Aegon en la fosa de los dragones, yo misma lo atestigüe antes de volar con Meleys." El dolor de Rhaenyra se intensificaba con cada palabras que decía Rhaenys. "Los verdes vendrán por ti Rhaenyra, y por tus hijos. Deberías abandonar Dragonstone de inmediato."

Una punzada más fuerte atravesó a Rhaenyra y supo que algo iba mal, tocó debajo de su vestido y notó la sangre que salía. "El bebé ya viene." anunció con voz temblorosa.

Rhaenyra, con el rostro tenso y pálido, caminaba de un lado a otro en su habitación tratando de calmar sus dolores, estaba rodeada por sirvientes y parteras que trataban de ayudarla pero que ella no aceptaba su asistencia.

"Mi señora, debemos ayudarlo a salir." Dijo una de las parteras.

Rhaenyra solo podía jadear y llorar. "No puedo sentirlo..." Trataron de acercase a ella otra vez per no las dejó. "¡NO! Aléjense." sus manos apretaban su vientre mientras luchaba contra el dolor.

"Mi señora, por favor, trate de relajarse". De pronto, la princesa se deja caer en el frío suelo. Comenzó a pujar con todas sus fuerzas mientras gritaba de dolor. El sonido del bebé al salir tal vez podría haber sido de alegría pero no lo fue. Una niña sin vida había nacido. Rhaenyra tomó a su bebé entre sus brazos y empezó a acunarla mientras lágrimas caían por sus mejillas.

El funeral del bebé en las afueras del castillo fue a un más triste. El fuego consumía el pequeño cuerpo mientras Rhaenyra, inexpresiva, miraba la escena. El príncipe Daemon, a su lado, la observaba, tratando de no demostraba el dolor que sentía. En medio de lo sucedía en el fondo Ser Erryk se acercaba a la multitud que se encontraba con Rhaenyra.

"No soy una amenaza hermanos." Fue lo primero que dijo Ser Erryk a los guardias, quienes lo dejaron pasar. Se arrodilló ante Rhaenyra y sacó de un bolso la corona de su difunto padre, el rey Viserys. "Juro proteger a la reina." comenzó. "Con todas mis fuerzas y dar mi sangre por ella ... no tomare a una esposa, no tendré tierras, ni engendraré un hijo."

Mientras esto ocurría, Baela se apartó de su hermana y se aproximó a Jace, posicionándose a su lado y tomándole la mano. 'Acepto', fueron las únicas palabras que pronunció, pero el príncipe comprendió su significado. Semanas atrás, él le había propuesto matrimonio para fortalecer alianzas. En ese momento, Baela había guardado silencio, pidiéndole tiempo para consultar a su abuela. Finalmente, tras reflexionar, llegó a la conclusión de que casarse con él sería una buena decisión. Tal vez en el futuro podría convertirse en reina de los Siete Reinos.

Después de que Baela hablara, Jace la miró y sonrió, asintiendo con la cabeza. La voz de Ser Erryk seguía sonando mientras Jace se perdía en sus pensamientos. Uno de los guardias reales se acercó a él con una carta en la mano. No tenía nombre, solo el destinatario.

"Yo guardaré sus secretos, obedeceré sus órdenes, cabalgaré a su lado y defenderé su nombre y honor." continuaba Ser Erryk mientras Jace leía la carta.

Querido Jacaerys, He dado a luz a dos hermosos niños, Daemond y Aegon. Sé que esta noticia quizás no te interese, pero quería compartirlo con alguien que realmente se alegrara por mí. No he olvidado nuestros momentos juntos y espero que tú tampoco lo hagas. La guerra se acerca y estamos en bandos opuestos. En medio de esto, espero que encuentres alguien que te brinde la luz que mis hijos me han dado a mí. Te amo, no solo en esta vida, sino en la siguiente.

                                                    Rhaelle Targaryen

Cuando Jacaerys terminó de leer la carta,  quedó sorprendido por lo que había leído. Levantó la cabeza y vio cómo Daemon colocaba la corona de su abuelo en la cabeza de su madre, coronándola como reina. Todos se arrodillaron ante ella, mostrando su lealtad y respeto.

"¿Qué sucede, Jace?." preguntó Rhaenyra al ver a su hijo.

"Rhaelle dio a luz a dos niños... Daemond y Aegon." contestó Jace, casi en un susurro y con la cabeza baja. "Lo siento, mi niño. Sé que la amas."

"Se merece más que al idiota de Criston. ¿Y si la raptamos?." dijo Jace con una pequeña risa.

"Temo que no se puede. Ahora es tiempo de que Baela sea tu esposa y, algún día, reina."

"Te prometo, madre, que recuperaremos tu trono." Su madre le dio una sonrisa y un beso en la mejilla, y se retiró de la habitación, dejándolo solo.













" Su madre le dio una sonrisa y un beso en la mejilla, y se retiró de la habitación, dejándolo solo

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capítulo un poco de relleno.
para saber, ¿que opinan de la historia?
ya va a empezar el drama

DEBER Y SACRIFICIO | house of the dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora