GÓTICO... Seducción

cap. 84: Hasta lo imposible

Abrir los ojos y contemplar a Tegan era algo que Katsumi ya no soñaba siquiera, pero él estaba ahí, más presente que nunca, mirándola con ese enigma, ese encanto y esa seducción de la que un vampiro es portador, el sostenía sus manos y las besó, aún estaba débil, pero hizo un esfuerzo por sonreírle

-Tegan…

-Guarda tus fuerzas Katsumi… que estarás todavía unos días aquí hasta que estés mejor y luego… tú y yo, nos iremos juntos a un lugar que se nos reservará especialmente para los dos, porque pues, ya no puedes estar con tu especie

-P-pero ¿Te irás conmigo?

-Claro que si…

-Tegan… intenté matarte – susurró mientras sentía que el corazón se le estrujaba y las lágrimas asomaban a sus ojos

-Sí, tendré que hacerte pagar por esto – sonrió mientras se inclinaba a ella y le buscaba los labios para besarla, fue un beso largo, intenso, prolongado y sublime hasta que Katsumi sintió los colmillos con su lengua y le mordió los labios

-Te quiero – murmuró el hada y Tegan se acurrucó en su pecho… Mientras que en el clan de las hadas, ya todos sabían lo que había sucedido, Karo estaba sorprendida de que Tegan la hubiese podido rescatar y se preguntó si así era el amor

Ella ya no podía quitar de su mente a Pusaki, lo tenía todo el tiempo en sus pensamientos ¿Acaso estaba enamorada? Tendría que estarlo, porque desde que los dos se tocaran y se entregaran en un apasionado encuentro que se repetía constantemente y no se acordaba ni de las profecías, ahora parecía que pasar ahí cien años o más con Pusaki no podría ser una tortura

Y por supuesto que su clan ya se había dado cuenta que  de pura nada, que a no era virginal, finalmente Karo había sucumbido al placer de la carne y que el líder de los elfos, el más viril y hermoso macho estaba enfrascado en un romance intenso con ella, pero nadie les decía una sola palabra

Finalmente no era raro que las criaturas se enfrascaran en amoríos unas con otras, lo que era curioso era que Pusaki hubiese roto la resistencia de Karo a perder su pureza, ni siquiera le hacía caso a los hadas machos como para que bajaran la guardia con un elfo, claro, hermoso sin duda alguna

-Tegan se irá con Katsumi – de pronto interrumpió Pusaki sus pensamientos en el salón de clases – Dado que ella ya no puede estar con los de su clan… él ha decidido dejar a los suyos para irse con la princesita

Karo alzó sus ojos y miró la intensidad en los ojos de Pusaki y sintió tremendo calosfríos que la recorrían de pies a cabeza y que incluso sus alas vibraron, porque mirar esos ojos intensos de los elfos no era sencillo, él la escrudiñaba de pies a cabeza, su mirada era tan penetrante y serena

-Me da gusto por ella – susurró Karo – ya no tiene cabida con las hadas… y él no la puede tener con su clan

Pusaki se inclinó más hacia ella y su aliento rozó el rostro del hada quien sintió que se le doblaron las rodillas, la nariz del elfo acarició su piel y le dio un beso pequeño en los labios mientras que el resto de los alumnos que retozaban ahí miraron interesados en esa escena, sin duda, un nuevo chisme el romance tan intenso que se sentía entre el elfo y el hada era algo interesante

-Te espero esta noche – le susurró en su oído y se alejó de ella, quien sentía un rubor en su bello rostro y no se atrevió a mirar a los demás, pero era imposible decirle No al elfo, porque de solo pensar en los momentos tan hermosos que pasaba con él, perdérselos sería un crimen

Además no quería que ninguna otra le pusiera una mano encima… solo ella…

Mientras tanto, con Gabriela y Adriel, los dos estaban enfrascados en sus besos sobre la cama, mientras se abrazaban y se decían muchas palabras de amor, ella estaba de lo más feliz, porque su nueva vida estaba completa… las caricias, los besos, abrazos, eran todo para ellos, en ese pedacito de mundo no les hacía falta nada