cap. 15 y 16

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Cap. 15: “Hipnosis"

Fred estaba tan absorto por los problemas de sus primas que no había reparado en una cosa… en Carmilla Bathory-Greyback, pero fue hasta que uno de sus compañeros de equipo le hizo una observación que hizo que el chico fijara sus ojos claros en ella y la mirase con detenimiento ¡Cielos! ¿Porque no se había dado cuenta de lo hermosa que era?

-¿Sabías que el apellido de Carmilla es parte del de la condesa sanguinaria Elizabeth Bathory la cual dicen que  siga viva y es un vampiro? Y el otro apellido es de los Greyback, Fenrir Greyback fue un hombre lobo que se alió con Voldemort durante la guerra... curioso juego de ilustres apellidos

-¿En serio?

-¿Crees que sea una brujavampiloba?

-¿Qué? - Gimió y el chico soltó una risotada - ¿Bromeas? Es una chica perfectamente normal… no tiene ningún defecto

-Te lo digo hermano, ella es fuego puro… ¿No la has mirado siquiera? Es hermosa, ya quisiera darle una mordida en medio de sus pechos y perderme en su escote ¿Has notado que está bastante frondosita? ¡Cualquiera se perdería en ellos!

-¡Oye!

-¡No seas aburrido Fred! – Negó el muchacho y se alejó de inmediato burlándose de él mientras que el atribulado Fred fijo su vista en Carmilla, obvio, era hombre, sus ojos se centraron en sus protuberancias generosas que saltaban aún más en la posición en la que estaba y no pudo quitar la vista de encima...

Fue todo, en un reflejo involuntario, Carmilla se volvió hacia los entusiasmados chicos y fijó su vista en Fred, quien se ruborizó al sentirse descubierto por aquellos ojos almendrados de Carmilla irradiando toda la sensualidad posible, fue claro hacia dónde iban los ojos del muchacho y ella se sintió en cierto modo, alagada y procuró no reírse, al contrario, se tornó seria y lo vio bajar la mirada profundamente agobiado

Las dos horas de clases comenzaron, Carmilla estuvo sola porque en casa se había quedado Kaos al que le estaban dando una terapia sobre el control de la sed, mientras que en el fondo, solo pensaba en ese atrevido beso que ella le había dado, en sí, no era el hecho de que el no supiera besar o algo así, al contrario, era experto besando, pero que Dominique lo haya acosado y besado sabiendo que casi la mata, era algo increíble, o era demasiado estúpida o era demasiado valiente y él le gustaba.

¡Las humanas eran raras! más las brujas, quizás debería hablar con Hermione sobre ese tema…

Cuando Carmilla terminó su horario y su grupo de alumnos quedaron más que exhaustos, todos se iban retirando, pero como para la desgracia de Fred, él se quedó de último, ella se le atravesó en la puerta y él supo por qué, guardó silencio, era más alto que ella (Y eso que Carmilla lo era) y pudo observar de cerca el rostro tan perfecto que tenía, ni un barro, ni una espinilla o peca que afeara su blanquísima piel, su cabello parecía el de una muñeca, sus ojos estaban enmarcados por pestañas tupidas que formaban un hermoso encuadre de sus ojos

La nariz era perfilada y perfecta, sus labios eran delgados los superiores y los de abajo más gruesos, invitaban a un beso, un mordisco, una caricia con la lengua, invitaban a muchas cosas y de nuevo, Fred se perdió... en su pelo, en su rostro, en su cuello de cisne adornado por un camafeo antiguo de la familia Bathory y que terminaba en sus pechos en ese escote de corazón que portaba en la blusa

-¿Te gustan, señor Weasley? - Preguntó Carmilla y Fred reaccionó ruborizándose con violencia... pero la cosa es... que su compañero tenía razón, esa mujer era fuego puro, era hermosa y deseable... y él, para su desgracia, estaba excitándose ¡Bueno, tenía que ser a su edad! Fred andaba los 17 y Carmilla ya pasaba los 18 años, así que no era mucha la diferencia...

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