cap. 68: ¿Quién eres tú?

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Tais no comprendía... había un hombre tirado a medio patio de su casa... lentamente se acercó y le miró detenidamente, tenía la piel seca, los labios partidos, pero aun así, no perdía su belleza masculina, se inclinó curiosa ¿estaría vivo? Olía a sal (y era raro porque el agua del lago era supuestamente agua dulce) y sus ropas estaban rotas y gastadas

-¿Quién eres? - se preguntó Tais y acarició su rostro, se le hacía conocido, pero no sabía de donde, notó que aún respiraba, pero no podía cargarlo, así que llamó por ayuda y la que apareció de nuevo fue Allioth

-¡Ah! Harry...

-¿Harry?

-Harry Potter, héroe del mundo mágico ¿no te suena?

-N-no ¿debería?

-Ya lo sabrás - y de pronto apareció una valquiria, que cargó a Harry y se metió a la casa, subiendo por las escaleras hasta que lo depositó en una de las habitaciones y luego desapareció

-Se quedará aquí - dijo Allioth al tiempo que aparecían las mucamas y comenzaban a despojar de las ropas al moreno ante los ojos curiosos de Tais que no se movió de ahí... Allioth tampoco, mientras observaba como comenzaban a hidratarlo a limpiarlo por todos lados y dejarlo limpio y desnudo en poco tiempo sobre la cama

Los ojos de Tais observaron ávidamente el cuerpo desnudo del moreno y claro que se centraron en la parte media y lo contempló ruborizada por largo rato, de tal modo que hasta Allioth notó esa miradita lasciva de la muchacha... suerte que la niña comenzó a llorar en su habitación y Tais reaccionó rompiendo la contemplación de aquellas virtudes masculinas generosas...

Fue aun calurosa a la habitación de su hija y la tomó en brazos, descubriendo su pecho para ofrecérselo, mientras la pequeña apresaba el pezón para alimentarse aunque estaba un poco inquieta, sentía al "visitante" y miraba fijamente a su madre con esos ojos del color de las esmeraldas tan brillantes y hermosos

Mientras le daba de comer, Tais sabía que conocía esa parte masculina, que eso lo había visto en otro lugar, pero no lograba que su mente se abriera, seguía cerrada, pero presentía muchas cosas, deseaba que ese hombre abriera sus ojos y le dijera algo, aunque le daba miedo escuchar algo que no se esperara...

Pero era mucha tentación... dos días después, Tais rondaba la habitación donde el moreno estaba aún convaleciente, se veía recuperado, pero no recobraba la conciencia, esa noche la muchacha lo rondaba alrededor de la cama y como no había nadie, tomó la orilla de la sábana y lo jaló lentamente...

El cuerpo de Harry quedó al descubierto y ella se quedó a la orilla de la cama abrazando a los postes de la cama, mirándolo fijamente, se mordió los labios y no supo porque lo deseaba tanto, sus ojos lo recorrían de los pies a la cabeza y claro que se detenían en sus partes viriles...

De repente le daban ganas de tocarlo, acariciarlo, recorrer su pubis y tomar entre sus manos aquella cosa que tenía ahí, descansado sobre uno de sus muslos tranquilamente, luego cerraba sus ojos y no entendía porque tenía esos pensamientos tan pecaminosos...

De repente, entre la penumbra, Harry entreabría los ojos y vio a Tais ahí que volvía a abrir sus ojos y de nuevo se fijaba en su parte media mientras se mordía los labios con sensualidad y erotismo, aún estaba débil pero el moreno notó con claridad hacia donde miraba la muchacha, por un momento no dijo nada esperando que ella se diera cuenta de que estaba despierto, pero ella estaba tan absorta que ni en cuenta

-Tais - masculló Harry carraspeando - Mis ojos están arriba - le dijo en voz alta

-¿Eh? - Ella reaccionó y alzó sus ojos mirando a Harry quien se incorporó y cuando la luz de las velas iluminaron su rostro medio barbudo, notó que sus ojos eran de un color esmeralda tan intenso como el de su hija

GÓTICO... Seducción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora