Cap. 100: Bienvenidos todos

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Al cabo de las lunas que pasaron, Katsumi tuvo a su bebé, como las humanas, pero quizás menos doloroso, su constitución frágil era engañosa, un hermoso niño salió de sus entrañas y que dejó maravillado a Tegan, quien ya sabía que Naim estaba vivo, estaba bien, estaba con Lucían y que tenían una pequeña boca que alimentar

-¿Cómo que Naim tiene una hija? ¿Pues con quien la tuvo?

-Fue una creación divina durante su estancia en el universo - dijo Salesia mientras le hacía mimos al pequeño que Tegan cargaba con adoración ya que Katsumi dormía plácidamente, estaba muy cansada por el parto - Así que no pienses cosas

-¿Cómo cuales, que Lucían se embarazó por ejemplo?

-¿Por qué todos dicen que Lucián y que tal que fue Naim?

-Porque está muerto y su cuerpo no cambia igual que el mío, al parecer si procreamos, pero no pasa lo mismo con las vampiras

-Pues sí, pero Lucían es macho y los machos, mi querido papacito, digo, recién estrenado papá, no se empanzonan, así que se razonable y cuando lo veas, no quiero pleitos que ya suficiente tienen esos dos, haz de cuenta que la adoptaron...

-Imagino que Naim vuelve loco a Lucían con sus ironías y con sus estupideces, lo cual no es nada raro, el de por sí tiene esa costumbre... pero si Naim ya lo eligió, créeme que no lo dejaría en paz ni aunque no le correspondiera

-¿Es medio caprichoso, eh?

-Tiene que serlo, desciende de la nobleza...

-Tú también...

-Yo soy más sencillito - sonrió Tegan mientras contemplaba a su crío con mucha ternura, el niño poseía la piel muy blanca, había heredado los rasgos de su madre, solo faltaba esperar si la dieta sería mixta, dieta de hada y vampiro o solo una, su boquita no lucía con dientes y menso con colmillos

-En algunas lunas más, podrán comenzarse a visitarse, ya que todos están como en un círculo, con las barreras mágicas que los separan, pero es tiempo de quitarlas, así que muy pronto los caminos se conectarán y podrás visitar a los demás...

-Me parece muy bien...

Salesia desapareció para aparecerse donde Naim y Lucián... era algo gracioso aparecer en la cocina, en donde Naim luchaba con darle de comer a Carmilla, la pequeña escupía todo y el pobre vampiro tenía toda la cara llena de papilla y aparte había toda una batición en la mesa, mientras la pequeña parecía divertida

-Lindo - suspiró Salesia - Si te viera tu abuela, ya le hubiera dado un ataque de que su querido nieto estuviese así, de nana, criando a su criatura... tú que eres de sangre noble vampírica...

-Es que Lucían está descansando...

-¿Acaso lo volviste a cansar?

-Ojala hubiera sido yo - y señaló con los ojos a Carmilla que metía alegremente las manitas en el plato y lo azotaba con singular alegría - No aguanta nada, pero bueno, tengo que reconocer que Carmilla cansa a cualquiera

-Esta será su cruz - suspiró Salesia - ¿Qué pecado estará pagando Lucían? Porque tu Naim, ya sabemos que estás camino al infierno pero él...

-¡Oye! Ni que él fuera un santo - protestó - Además, no podría dejarlo ir, él es mío, me pertenece... ¿ya te habían dicho que soy muy posesivo?

-En tu haber están todos los pecados capitales Naim... en fin, te traigo noticias, ya nació el hijo de Tegan

-¿Cómo?

-No te lo había querido decir porque pensamos que a lo mejor no habría tal pero... ya está bien, nació perfecto, fue un hermoso niño... ya te habíamos avisado que había rescatado a Katsumi y estaba con ella, pero no que había salido preñada, así que ahora mismo, está estrenando crío

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