GÓTICO... Seducción

cap. 21 y 22

Cap. 21: “El novio de mamá”

Rose había terminado su jornada nocturna, últimamente había habido mucho trabajo en el restaurante y tomaba algunas noches para trabajar, de todos modos no dormía nada bien, así que no le importaba atender a los pocos clientes que pasaban por un café o un buen guisado, algunos ebrios y otros no tanto… Esa mañana iba cargada de cosas que le daban en el restaurante, desayunaba una manzana fresca y jugosa

Iba con su disfraz de siempre, no se mostraba en público como la hermosa pelirroja que era, así que iba toda camuflajeada, excepto la panza, la cual ya estaba prominente, de no ser por que su aspecto adquirido era bastante feíto, hubiera sido una hermosa adolescente embarazada

De repente, la dejó caer, cuando se detuvo un momento frente al  London Marriott Hotel Grosvenor Square el cual quedaba cerca del Hyde Park, miró a unas elegantes parejas salir de ahí, no se imaginaba la cantidad de euros que podrían gastarse en una noche en una de las más elegantes suites, de repente… la manzana se le cayó de las manos y rodó por el pavimento

Astrid salía en ese momento del hotel, luciendo un hermoso, elegante y fino vestido de seda que se amoldaba a su cuerpo como un guante y la hacía lucir simplemente hermosa, bueno, hasta se sorprendió de verla así, ella jamás había gastado en algo tan caro para ella misma, siempre su prioridad habían sido ellos, sus hijos, según esto, su madre siempre había sido una persona sencilla

Estaba pasmada, su madre parecía una muñeca de aparador, una de esas elegantes mujeres que salían en las revistas de los muggles, eso no hubiera sido tan extraño si no porque… de pronto salió un hombre que la abrazó y le dio un beso en los labios, Rose se quedó estática, de algún modo no podía ver el rostro de ese hombre, pero no era su padre obviamente, vestía con elegancia, su cabello era negro, su porte innegable

Su corazón latió con fuerza ¿Qué estaba pasando? ¿Su madre engañaba a su padre? Quiso cruzar la calle, pero no pudo, el tráfico se intensificó, no había paso peatonal, se quedó ahí en la acera de enfrente, sin poder creer lo que veían sus ojos, su madre, guapísima, saliendo de un hotel con un desconocido

-No debiste darme este vestido… me siento rara – Murmuró Astrid

-Te ves hermosa – dijo Duma – la seda se adhiere a tu cuerpo como segunda piel… hasta me dan ganas de llevarte de nuevo al hotel para hacerte el amor nuevamente

-¡Oh!

-No creo resistir mucho tiempo sin ti, Astrid, lo único que me detiene son tus hijos, de lo contrario, ya fueras viuda

-¿Qué?

-Te considero mía Astrid, tú eres toda una hembra que merece ser dichosa en la cama, en su vida, te quiero mía para siempre, pero no acepto a compartirte con otro hombre, de ahora en adelante solo quiero ser yo el que te posea todos los días sin descanso

-Duma…

-Solo yo puedo hacerte feliz y lo sabes… solo te queda una cosa por hacer

-Yo…

-Sin embargo no te presionaré, te estaré esperando para hacerte el amor, para que duermas a mi lado y te sientas mujer cuando estás conmigo… pero en algún momento tendrás que decidirte Astrid

-Tengo sentimientos por ti – susurró Astrid con los ojos brillantes

-No estaba buscando una aventura cuando te encontré – Le dijo cariñosamente – Solo se dio, cuando estabas en esa calle, pude pasar sin hacerte el menor caso pero hubo algo en ti que me instó a ayudarte… luego hacerte mía…