Cap. 89: Entrevista con el vampiro

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Era el despertar de un nuevo día, Tais se paseó por la casa con Esmeralda Lily en brazos, le dio el beso de los buenos días a Harry y se encargó de darle de desayunar a su pequeña, era la víspera de su boda, no sabían ni de qué modo iban a ser festejada, pero solo le importaba que iba a ser oficialmente la señora Potter…

Toda la mañana fue de espera, hasta el anochecer cuando Tais acostó a dormir a su pequeña y aparecieron un grupo de doncellas, una cuidaría a su hija por si despertaba o algo, el resto acompañaron a Tais a su habitación, en donde la esperaba un largo baño, pero no en agua, si no era una tina con un líquido viscoso de un olor muy peculiar

Maravillada, Tais se metió dentro de ese líquido y fue embadurnada en él, parecía sangre, pero no era tan espesa, al contrario era como agua rojiza, ella se sentía emocionada chapuceando entre el agua mientras que las doncellas preparaban lo que usaría para su enlace…

Fue sacada de la tina y la secaron de los pies a la cabeza, luego le untaron de esencias y cremas para el cuerpo, mientras que le ayudaban a ponerse la ropa interior, enseguida una de ellas descubrió el maniquí que llevaba puesto su vestido de bodas y ella quedó embelesada con la exótica belleza del vestido

Era negro con adornos en color borgoña, exótico, escotado del frente y la espalda, de mangas pequeñas y con mucho bordado en rubíes en las orillas que brillaban incesantemente, con bordados en hilo de oro que dibujaban el escudo familiar de los Black,  la falda era muy amplia, tenía en la parte posterior, un faldón más largo que se arrastraba por el suelo

Le pusieron el corsé para delinear su figura y luego comenzaron a ponerle las prendas, pese a que parecía pesado el vestido, era como seda sobre su piel, era muy amplio, cuando se miró al espejo parecía una princesa gótica… ella sonrió encantada, el negro con rojo le lucía bien, el escote era perfecto, no era grotesco, al contrario, era elegante y delineaba bien sus tórax, su pecho y su cintura

No hubo necesidad de usar el aro dentro del vestido para ampliarlo, el vestido por si solo se ponía pomposo y se lucía increíble, sin duda, el mirarse al espejo con ese vestido, bordado de rubíes, era simplemente increíble, la sentaron y le alzaron todo el cabello, y le adornaron con más rubíes en su cabello, despejando su cuello y sin ponerle ni pendientes o collares, con el solo vestido tenía

Le colocaron el velo que iba por debajo del cabello, el cual le caía sobre la espalda y el vestido, mientras que otra doncella le maquillaba el rostro, no iba muy cargado, los tonos eran claros, los labios con glitter y los ojos enfatizados, pero nada grotesco, sino de un modo elegante y dulce, como era el rostro de Tais

Ella estaba encantada, se miraba una y otra vez al espejo para contemplarse porque simplemente estaba preciosa, para los que uno ese vestido era tétrico por el color, para ella era el vestido más hermoso del mundo…

Claro que el que casi se colgaba de las lámparas era Harry, porque tenía dos ayudantes, que no lo bañaron por supuesto, él se bañó solito, pero los mayordomos eran adustos y un poco cadavéricos, daban un poco de miedo. Las ropas que le vistieron no eran modernas, eran como un traje del siglo pasado, que lo hacía lucir elegante y guapo

No era fácil, se le había dicho que la élite vampírica asistiría a la boda, que ellos serían los únicos que iban a tener invitados a la ceremonia porque tenían acceso a ese submundo, eso lo hizo temblar ¿Quiénes serían los invitados? Temió lo peor… vampiros… y él siendo un ser humano, jugosito y rebosante de vida y vitalidad, temía que al final fuera el festín y el banquete…

Las manos le sudaron cuando le indicaron que debía pasar por la puerta y adentrarse al inicio de la ceremonia… Cuando atravesó la puerta, se asombró al ver un salón enorme, no era su casa, era como un salón gótico, con muchos candeleros iluminando el entorno, era amplio, adornado con muchas rosas de color rojo oscuro, casi tirándole al color negro

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