cap. 53: Sorpresas

18 0 0
                                    


Tres meses desde que Hermione regresara de esa academia bastaron para Ron para saber que su relación no era para nada la misma, ella definitivamente no tenía intimidad con él, aceptaba sus besos porque realmente su mente no estaba ahí, solo su cuerpo, Ron le hacía miles de insinuaciones pero Hermy lo miraba como si el fuera un extraño

-¡Reacciona! - Gritó desesperado una mañana en la que le intentaba besar apasionadamente pero ella era un témpano de hielo - ¿Que te pasa Hermione? ¡Te amo, pero tu pareces distante!

-Ya no te amo - susurró Hermione mirándolo como a un extraño

-¿Que?

-Ya no eres mi dueño...

-¿Que me estás tratando de decir?

-Mejor olvídame...

-¡Hermy! ¿Acaso hubo alguien más en esa maldita academia? ¡Dímelo!

-Si, hubo alguien - susurró de nuevo con la mirada perdida...

-¿Quien?

-No te puedo decir su nombre...

-¿Harry sabe? ¡Porque está igual que tú, tampoco toca a mi hermana! ¿Que demonio les pasa?

-Adiós Ron...

Ron no se alejó sin dar manotazos o aventar maldiciones, romper algunas cosas y luego se alejó dando un portazo, Hermione se puso de pie y se fue al baño, en donde levantó un tubito de plástico que tenía marcadas dos líneas rosas... si, lo había sabido desde que no había llegado su periodo, sus manos se fueron directamente a su vientre y se miró al espejo, mientras que las lágrimas escurrían

Iba a tener un bebé... seguramente había sido ese último día desastroso en la cual los dos no habían tenido el cuidado necesario al momento de tener sexo, lo peor es que Draco nunca lo sabría ¡Cuantas veces había ido a buscar ese portón de acuerdo a la dirección o la primera vez que se había memorizado el camino!

Pero jamás había aparecido, era como si no se dejara encontrar, como si se escondiera con crueldad de ella, luego el libro gris que resultaba ser el rojo, era imposible, no podía abrirlo sin que la sangre brotara a mares

Ya no sabía si reír o llorar, solo se miraba al espejo pero casi no se reconocía, era otra, lucía pálida, demacrada, deslucida, ahora un nuevo ser se gestaba en su vientre, supo en ese momento que tenía que reaccionar y comenzar a luchar por la nueva vida, por su vida... adoraría a ese bebe en ese momento, será su vida y el único recuerdo de aquel imposible al que amara con todo su ser, en solo tres meses y medio...

Sabía que algún día tendría que decir el nombre del padre, que cuando se le notara todos comenzarían a preguntarle, pero ella se había prometido que nadie maldeciría a Draco, porque estaba segura que Harry no había dicho nada o de lo contrario, Ron le hubiese llenado de preguntas, tampoco hablarían sobre Cedric, para todos, él estaba muerto...

Harry era un autómata en el trabajo, de hecho, lo hacía con tanta concentración que llegaba muy temprano y se iba en la madrugada, quería llegar solo a dormir, para no pensar en ella, porque le hacía falta, a veces se levantaba de golpe y miraba a su lado, una cama medio vacía, sin su presencia, de repente extrañaba su sonrisa traviesa, su cabello oscuro y rizado, sus enormes ojos brillantes... sus gestos y actitudes

No la podía comparar con Ginny, porque ambas eran hermosas, pero ambas eran distintas a la vez, el problema era que él nunca había estado tan enamorado de Ginny, porque su primer amor había sido Cho y el último Tais con quien le había sido infiel, pero ella había sido la chica que le robara el corazón y se quedara con él, odiaba terminar con Ginny sin una explicación lógica y coherente, pero era mejor que ella fuera la molesta, para que no sufriera más de lo que lo hacía, odiaba verla llorar, porque era de las que no lo hacían

GÓTICO... Seducción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora