GÓTICO... Seducción

Cáp. 30: Concierto, para corazones muertos

Gabriela abrió los ojos lo más que pudo… al salir de su choza, ahí estaba Adriel, sin camisa, con unos pantalones que parecían de cuero, ajustados a sus caderas afiladas y que le quedaban muy abajo, casi le veía el inicio del pubis, ella no pudo evitar la tentación de mirar ese cuerpo masculino tan indecente…

Luego tuvo la desfachatez de agacharse y mostrarle todo su hermosa espalda ancha llena de tatuajes de signos angelicales y luego su trasero apretado en los pantalones que lucía simplemente pellizcable, ella hizo un gesto incómodo y sintió de nuevo ese ardor en sus mejillas

El maldito reflejo de su luz como si fuera un faro alertó a Adriel quien se volvió y le miró con una intensidad reflejada en sus ojos profundos, eso turbó profundamente a Gabriela, el nefilim supo astutamente, que sería más fácil de lo que imaginaba engatusarla pero… tenía que irse despacio

-¿Querías hablar conmigo?

-Si… tenemos un concierto esta noche… como estas en nuestro clan, deberás ir, quizás no es la música a la que estás acostumbrada, es mejor que te quedes con nosotros, por lo común, mientras se desarrolla, siempre hay quienes se descontrolan y luego hay muchas orgías por doquier…

-¿Y eso que?

-El acceso a este sitio no está negado, pudieran entrar y atacarte… tal vez tengas confianza en tu poder, pero aquí todos estamos amañados, quizás no logren hacerte nada pero al menos si darte un disgusto…

Gabriela hizo un gesto y aceptó lentamente, se alejó mientras que Adriel le miraba de reojo, suspiró y terminó de arreglar una tubería mientras se volvía a poner su camisa al tiempo que Gely aparecía

-¿Cómo va la seducción?

-Va bien…

-Sin duda, si que esta defectuosa ese ángel, porque cualquier otro, rechazara categóricamente todo a su alrededor y siguiera con su aires de grandeza y pureza, sin rozarse con nosotros…

-Su luz no es muy fuerte

-¿Podrás con ella?

-Si – masculló molesto

-Lamento que te tocara a ti – le dijo Gely – Pero igual pudo haber sido para mí… tenemos una ventaja con ella, es débil, por eso la sacaron… me da pena, no poder ser un ángel adecuado y tampoco ser como nosotros ¿En que punto se queda?

Adriel no respondió, pero era cierto… Gabriela no parecía encajar en ningún sitio, quizás terminara como un alma errante, como un ángel caído, alguien como ella no merecía ninguna cosa de lo que se le estaba destinado

En tanto… Katsumi con ese rostro dulce y la sonrisa traviesa, estaba inquietando mucho a Tegan, los hijos de la noche se dirigieron a la habitación especial en donde llegaban las víctimas, pues era su día para alimentarse de sangre tibia y fresca, nadie se acercaba a ese sitio cuando ellos tenían su “almuerzo”

Pero katsumi no tenía miedo, ni había nada que le provocara horror, ella sobrevoló con su vestidito ajustado de hada por el techo del salón especial y notó un hueco por donde espiar, se apostó en el techo y observó que todos los vampiros estaban apostados en las paredes

De repente, la puerta se abrió y entraron estrepitosamente un nutrido grupo de seres humanos que se detuvieron en medio y de pronto, los hijos de la noche les saltaron encima, aquello era como un juego, porque habían largos pasillos por donde corrían los humanos y ellos los seguían encantados… pero claro que Katsumi espiaba a uno en especial, a Tegan…

Lo vio moverse con esos arrogantes movimientos rápidos, saltando sobre su víctima, un humano maduro que gritó al sentir los colmillos desgarrar la piel y beber ávidamente su sangre, aquello no era una linda visión, charcos de sangre por todos lados, vampiros insatisfechos que lamían la sangre del piso y no todos poseían la elegancia para morder y beber la sangre