GÓTICO... Seducción

cap. 7 y 8

Cap. 7: “¡Sorpresa, soy yo!”

El primer día en Saint City fue para los hechiceros que volvían, el resto estaba con su actitud de siempre, Esmeralda Potter fue de las primeras en llegar junto con James y Albus, sus hermanos de inmediato se largaron a ver a sus viejas amistades, ella se metió a su habitación dejando su baúl en una esquina

Se sentó en la orilla de la cama y se quitó las botas lentamente y se recostó en la cama, cerró los ojos un momento, suspiró y se concentró, pensando que no sería un año divertido si no se lograba desenamorar, se giró sobre la cama y al abrir sus ojos se encontró con un rostro que no esperaba ver…

Por un momento pensó que estaba soñando, no dijo una sola palabra, se quedó en silencio, su corazón se agitó como loco, alargo una de sus manos y rozó su piel, fue entonces que saltó y lo miró con los ojos bien abiertos hasta que por fin abrió sus labios para nombrarlo sin premura

-¡Frank!

-Sorpresa Mery…

-¡Por todos los demonios! – Jadeó la chica - ¿Qué haces aquí?

-Creo que… obedecer a mi corazón y mis sentimientos

-¡Frank! – y lo abrazó con fuerzas, sintiéndolo vivo, cerca de ella, tan vivo, tan tibio, tan delicioso, tan apetitoso, tan exquisito… Mj… bueno, si, para comérselo sin duda, lo mantuvo apresando en sus brazos un buen rato, hasta que lo soltó y buscó sus labios para besarlo con fuerza y apasionadamente

Claro que para Frank, era un deleite admirar esas esmeraldas tan brillantes, esa sonrisa y esa sensualidad propia de una semivampiro, más humana quizás, pero que no dejaba de ser una sensual vampiresa, pero sobre todo esos besos ¡Esos señorones besos que se daban! Era una delicia para Frank volver a sentir esos labios tan suaves

Ella no lo soltó, lo rodeó con sus brazos al cuello mientras lo apretaba a su cuerpo y volvía a vibrar, era su mejor regalo, su mejor bienvenida, ella comenzaba a enloquecerse con el olor que emanaba la piel dulce y tersa del muchacho, deseaba rasgarla de nuevo y derramar las gotas de sangre, lamerlas sensualmente y sentir que no había más hombre que él en ese mundo tan vano

-¡Mi amor! – Susurraba Mery mientras lo empujaba hacia el fondo del colchón, con su cuerpo encima, para no dejarlo escapar ¡Bueno! Si Frank todavía ni se acomodaba en su propia habitación y ya Mery se estaba adueñando de él y era capaz de secuestrarlo y no dejarlo salir

El pobre muchacho no podía ni decir una palabra ni protestar, ya que la vampiresa le comía la boca a besos y obviamente, él es joven, cachondo, con ese cuerpo femenino sobre él, imposible que el calentamiento no llegase, sucumbiendo al manoseo y al besuqueo de la intrépida mujer, que se degustaba y se daba vuelo con sus labios en un beso por más profano y seductor

-Mery – dijo con dificultad – te traje un obsequio… está en mi habitación…

-MMM… mi regalo eres tú, mi obsequio lo tienes bajo tus pantalones – Jadeó – Así que no vas a ninguna parte hasta que no me hagas tuya y me demuestres toda tu pasión escondida, así como yo te estoy demostrando la mía, vamos Frank, quiero todo contigo, dámelo todo, no hay padres aquí, siéntete libre

El muchacho aún se sentía cohibido, pero intentó relajarse y le sonrió a Esmeralda, la cual lucía verdaderamente preciosa, sobre todo por esa sonrisa impresionante que portaba, no encontraría a nadie en el mundo que pudiera compararse con ella, no fue difícil dejarse querer… y desvestir… porque Mery le comenzó a quitar las prendas mientras besuqueaba todo su cuerpo, quería hacerlo sentir bien, darle una buena acogida a Saint City… si y también darle una buena co… mida cuando terminaran porque iba a terminar muy cansado de tantas bienvenidas