¿Habías escuchado sobre la leyenda del supuesto hilo rojo atado a nuestros dedos meñiques?
Conecta a las personas destinadas a encontrarse, sin importar el lugar, tiempo o circunstancia.
El hilo se puede estirar, contraer, enredar, pero jamás romper...
Hace mucho mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia.
Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa.
La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos.
Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: “Aquí termina tu hilo”, pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja.
Este empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Luego, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso.
Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente. Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.
Esta leyenda de origen japonés nos cuenta sobre qué, no podemos escapar de nuestro destino por mucho que queramos.
Para muchos puede ser una bendición, pero para Kim Taehyung, era el maldito infierno cada día.
Pues posee el don de ver los hilos rojos de las personas predestinadas solo con dar dos leves toques en sus párpados. Él no creía en nada de eso sobre el amor, solo que luego de entrar a la adolescencia, comenzó a ver esos hilos, lo cuál detestaba.
Por el miedo de saber quién era su persona predestinada, optó por no ver su dedo meñique izquierdo, pues no quería llevarse una sorpresa.
Su familia le dijo que debía mantener su don en secreto, no podía decírselo a nadie, únicamente los miembros de su familia lo sabían.
Al igual que, no podía decirle a nadie quien sería su hilo rojo.
Había roto la primera regla en cuánto conoció a su mejor amigo Hoseok, era el único de sus amigos que sabía sobre él dicho secreto.
Ahora que cursaba el último año de preparatoria, se prometió que iba a volverse cercano a su primer amor, a la persona que más admiraba y agitaba su corazón; Kim Seokjin.
Era él apuesto chico que robaba suspiros en los pasillos tanto de chicas cómo de chicos.
Y para ser cercano a él solamente debía hacer una cosa: entrar al equipo de basquetbol, ya que ese chico es él capitán y por obvias razones iba a poder entablar una conversación con él.
Lo más curioso era que siempre quitaba su visión de los hilos rojos en cuánto Seokjin aparecía.
Luego de dos semanas en el equipo de basquetbol (en el cual era él peor jugador) llegó un chico que estudió en el extranjero llamado Jeon Jungkook.
Hubo algo en él que hizo que Taehyung le odiara. Pues era fastidioso, egocéntrico, narcisista, clasista y todo lo malo que pueda describir a un hombre heterosexual, o al menos eso suponía.
Nunca se imaginó qué en ese chico terminaría su hilo rojo del destino.
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holaa se q tengo un par de fanfics pendientes 😔 pero de verdad quería escribir algo con esta temática del hilo rojo, les juro que es mi teoría favorita, pues es lindo pensar que estamos destinados a alguien y por más lejos que esté esa persona, algún día nos encontraremos
