Cap. 7

97 10 12
                                    

El día transcurrió normal en la universidad, excepto por el hecho de que Betty evitó a Archie a toda costa en todo momento. En el receso, en clases y hasta cuando ya se encontraban saliendo de la universidad para ir a sus casas.

—Betty, detente— Pidió Archie, siguiéndola al exterior del salon de clases. —No puedes simplemente evitarme—

Betty se detuvo y se giró para mirarlo con molestia. —De hecho, eso es lo que estoy haciendo justo ahora. Archie, no quiero verte. No te quiero cerca y no quiero que me hables—

Archie suspiró. —Pero Betty...

—Olvidalo, Arch— Pidió la ojiverde, volviendo a darle la espalda para entonces retirarse.

En eso se acercaron Verónica y Kevin, confundidos y sin saber que estaba pasando exactamente.

—Archie... ¿Qué fue todo eso?— Preguntó Verónica.

—¿Nos estamos perdiendo de algo?— Preguntó Kevin, curioso.

—Arruiné todo, como siempre— Admitió Archie, apenado.

Por otro lado, una Betty muy enojada iba saliendo del campus cuando Jughead se le acercó, algo apresurado.

—Betty...— La llamó, corriendo hacia ella y deteniéndose en seco al verla. —Iba a preguntarte algo importante pero... ¿Estás bien?—

Betty lo miró y fingió una sonrisa. —Si... Lo estoy. Pregúntame lo que quieras —

Jughead sonrió con algo de timidez, sacando su celular. —Si... Es que estamos trabajando juntos, tenemos las mismas clases y necesito saber si podrás ir a la fiesta ésta noche para ir a recogerte—

Betty lo miró y asintió, muy segura. —Iré. Escríbeme, te aviso cuando puedas pasar a buscarme—

Jughead asintió, la ojiverde se despidió y luego esta se fue a su casa. Cuando llegó, notó que sus padres estaban algo apurados y eso le llamó la atención.

—Mamá, papá...— Los llamó Betty, acercándose. —¿Qué sucede?—

—Linda, que bueno que llegas— Admitió Alice mientras ordenaba los cojines del sofá. —Tu padre y yo tenemos que salir y queremos que vallas con nosotros—

—Tenemos algo de prisa— Avisó Hall, acercándose mientras se acomodaba la camisa. —Pero si tienes otra cosa qué hacer puedes quedarte, no hay ningún problema—

—¿Betty sola aquí en la casa?— Le preguntó Alice a su esposo, mirándolo mal. —¿Te volviste loco Hall?—

Betty miró a su madre. —Por favor mamá... Tengo veinte años—

—No me interesa jovencita— Contestó la mayor. —¿Qué se supone que vas a hacer sola en casa tantas horas?—

Betty sonrió con algo de malicia. —Pues estudiar y hacer mis tareas mamá. Después me iré a dormir, lo prometo. Ya no soy una niña—

Alice suspiró y se acercó a dejar un beso en su frente. —Te creo Elizabeth. Eres mi única hija y por eso a veces puedo exagerar. Te amo—

—Y yo a ti mamá— Contestó Betty con una sonrisa.

—Hay ensalada de papas en el refrigerador, hay jugo de piña y pizza congelada por si te da hambre— Avisó Hall, acercándose a dejar un beso en la frente de su hija. —Cuidate pequeña—

Betty rodó los ojos con diversión. —Lo haré papá—

Después de que Betty se aseguró de que sus padres se fueron, fue a su habitación, tomó un baño y entonces se miró en el espejo, aún sin haberse vestido y solo con una toalla cubriendo su cuerpo.

•SÓLO POR TÍ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora