Cap. 77

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Betty y Jughead tomaron asiento en la mesa que el chico reservó, pidieron algo del menú junto a una botella de vino, pero Betty aún no se creía nada de lo que le estaba ocurriendo.

Tener a alguien que la amaba tanto y que daba tanto por ella... No podía creer que había encontrado a alguien así.

—¿Te gustó la cena?— Preguntó Jughead mientras se tomaba la copa de vino.

Betty asintió sin decir nada, también tomándose un trago.

Jughead la miró con preocupación. —Amor... ¿Estás bien? Has estado muy callada. ¿No te gustó la sorpresa? ¿Fue la cena?—

Betty negó, tomando aire. —No es eso. La noche está increíble, amé todo, la cena estaba deliciosa pero... ¿No es esto demasiado para mí?— Preguntó. —Digo... ¿De verdad me merezco todo esto?—

Jughead suspiró, posando una mano en la mejilla de la chica. —Esto es muy poco para todo lo que te mereces en verdad amor. Nunca, pero nunca sientas que cualquier cosa es demasiado para ti porque tú eres única y eres increíble y te mereces todo lo bueno que hay en el mundo y más—

Betty sonrió, una vez más con los ojos cristalizados y se volvieron a besar por encima de la mesa. Tras separarse, se miraron a los ojos con una sonrisa.

—Tengo un regalo para tí— Confesó Betty, emocionada.

—Yo también— Admitió Jughead. —¿Te lo doy en el hotel?—

—Vamos al hotel y también te doy el mio— Propuso Betty, con una sonrisa.

Jughead no dijo más y solo pagó la cuenta para regresar al auto con su novia, en dónde se besaron con dulzura y calidez.

—Te llevaré al mejor hotel de la ciudad amor— Le dijo, encendiendo el auto.

—Contigo voy a dónde sea— Aseguró Betty, contenta.

El chico condujo hasta un hotel que no quedaba muy lejos del restaurante y cuando llegaron, era un hotel minimalista y elegante.

Tomaron sus mochilas, salieron del auto, Jughead fue a buscar las llaves de la habitación que reservó y junto a su novia entró a dicha habitación.

—Wow...— Exclamó Betty, adentrándose a la habitación, maravillada. —Es tan espaciosa...

Sí, muy espaciosa, casi parecía una suite. Tenía balcón, un gran ventanal, puerta corrediza antes de llegar al balcón, dos baños enormes, una cama gigantesca, una gran TV pantalla plana, aire acondicionado y un gran espejo.

—Si, lo es— Afirmó Jughead, dejando su mochila sobre la cama y abriéndola. —¿Lista para tu regalo?—

Betty asintió, contenta y nerviosa a la vez y sintió su corazón paralizarse cuando Jughead sacó una pequeña caja rosa fucsia de terciopelo de su mochila.

Jughead tomó aire, nervioso, abriendo la caja. —Amor... No voy a proponerte matrimonio todavía si eso es lo que crees. Esto es un anillo de promesa— Explicó.

Betty sonrió, con los ojos cristalizados una vez más. —Ay Juggie...

Jughead sonrió, tomó el anillo y lo colocó en el dedo índice de su novia para luego mirarla a los ojos. —Este anillo es un símbolo de mi interés de que sigamos adelante. Amor... Se que apenas llevamos un año de novios pero te juro que nunca sentí esto por nadie. Te amo de una manera absurda y te amo tanto que no se cómo explicarlo. Solo prométeme que estaremos juntos para siempre—

Betty asintió, llorando de la emoción. —Para siempre Juggie, te amo—

Jughead, muy contento, también empezó a llorar de la emoción y la besó. Tras separarse los dos tenían el rostro mojado por las lágrimas, pero lágrimas de nada más que felicidad.

—Ahora creo que mi regalo no es nada a comparación con el tuyo— Admitió Betty, limpiándose las lágrimas.

—Bebé...— Respondió Jughead, posando una mano en su mejilla. —Tu me das todo con solo tu existencia y tu amor—

Betty sonrió con ternura, abrió su mochila, sacó una bolsa de regalo y se la tendió a su novio. —Abrelo, espero que te guste, te la debía—

Jughead tomó la bolsa con curiosidad, la abrió y cuando sacó una chaqueta negra de cuero de ahí casi enloquece.

—¡Amor!— Exclamó, abriendo la chaqueta y viendo la inicial de su nombre en ella. —Ay nena... ¡Ésta me gusta mucho más que la anterior!—

—¿De verdad?— Preguntó Betty con un brillo en sus ojos.

—¡Sí!— Aseguró Jughead, empezando a llenar a su novia de besos. —Te amo, te amo, te amo y te amo mi amor, esto es increíble—

Betty sonrió, contenta. —Ay Juggie... Que tú estés feliz con tu regalo lo es todo para mi. Pero tengo uno mas—

Jughead alzó una ceja. —¿Cuál?—

—Ve a ponerte pijama y verás— Aseguró, guiñándole un ojo.

Jughead estaba confundido, pero le hizo caso a su novia, se preparó para dormir con solo un pantalón de pijama y se acostó en la cama a esperarla.

Betty estaba en el baño mientras Jughead aún la esperaba, impaciente.

—¡Ya casi salgo!— Avisó Betty desde el interior del baño.

—Bebé... ¿Te estás maquillando o algo así?— Preguntó Jughead. —No es bueno dormirse maquillada bebé—

—¡No me estoy maquillando! ¡Espera un poco y verás!— Aseguró la ojiverde.

—Okey amor...— Aceptó Jughead, aún más impaciente.

En sólo segundos, la puerta del baño se abrió, dejando ver a una Betty sin casi nada de ropa.

Tenía solo unas pequeñas braguitas negras sin casi nada de tela y el mini sostén por igual. Solo tapaba sus pezones.

Jughead la vió acercarse, su corazón se aceleró, se puso tenso de inmediato y la exploró con la mirada de arriba a abajo.

—Compré esto solo para mostrartelo a ti— Admitió Betty, acercándose a su novio y sentándose encima de el.

Jughead tragó saliva, empezando a acariciar el cuerpo casi desnudo de su novia. —Aprecio mucho el detalle y te queda precioso pero... Sabes que siempre voy a preferirte sin nada, nada de ropa—

Betty sonrió y lo besó de manera sensual y provocadora, haciendo presión en sus sexos, sintiendo como él se ponía duro contra ella.

Jughead se acercó a su oído. —Será una noche larga. Te voy a hacer el amor tantas veces que nunca vas a olvidar una noche como ésta—





















 Te voy a hacer el amor tantas veces que nunca vas a olvidar una noche como ésta—

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Capítulo muy hot aproximándose 🔥🔥🔥



Samy ❤️

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