•SÓLO POR TÍ•

Cap. 62

Alice se encogió de hombros. —Si quieres ve, seguro está haciendo uno de sus dramas—

Jughead se retiró de ahí sin pensarlo dos veces y corrió hacia la suite de los Cooper, temiendo que tal vez Betty estaba teniendo otra crisis de ansiedad.

Al entrar a la suite de los Cooper no vió nada a su alrededor, pero escuchó un sonido proveniente de una de las habitaciones.

Era Betty y estaba sollozando.

Jughead entró corriendo a una de las habitaciones de las cuáles venía el ruido y eso lo llevó a entrar al baño de la habitación, en dónde vió algo que rompió su corazón y lo preocupó mucho.

Era Betty y claro que estaba teniendo otra crisis; Estaba abrazada a sus piernas en el piso, temblando, llorando y sin poder respirar.

—Nena...— La llamó Jughead, sentándose en el piso a su lado y tomando su rostro entre sus manos. —Amor mírame, tienes que relajarte. ¿Qué pasó?—

Betty negó, llorando aún más. —No lo entienden, no lo entienden. Mis padres... Mis padres no me entienden y yo... No sé qué hacer, ya no quiero sentir esto...— Sollozó.

—Pues si no quieres sentir esto por favor respira conmigo bebé, mírame— Pidió Jughead, tomando su rostro entre sus manos otra vez, forzándola a mirarlo. —Amor mírame, soy yo. Aquí estoy, estás bien, estás segura conmigo nena. Respira, respira—

Era tan grave la crisis que la rubia estaba sufriendo, que lo último que Jughead hizo fue llenar la ducha con agua fría y meter ahí a su novia. Ella no paraba de temblar, su corazón iba a mil por hora, no podía respirar y estaba demasiado nerviosa.

—Ya pasó, estoy aquí— Dijo Jughead con dulzura, acariciando el cabello ahora mojado de su novia. —¿Te sientes mejor?—

Betty asintió, cerrando los ojos y tomando una profunda respiración, abrazada a sus piernas dentro de la ducha. —Cada vez es peor...

—Te lo dije, debes buscar ayuda— Exigió Jughead. —Pero hablaremos de esto luego. Ahora concéntrate en estar bien—

—¡Jughead!— Lo llamó Alice desde la sala de la suite. —¡Ya se han tardado mucho!—

—¿¡Dónde están!? ¿¡Están bien!?— Preguntó Gladys, preocupada.

—¡Estamos aquí!— Avisó Jughead, sin separarse de su novia.

Una Alice y una Gladys muy preocupadas entraron a aquel baño seguidos de Hall y se preocuparon aún más al ver la escena.

—¿Qué pasó? ¿Por qué mi hija está metida en agua?— Preguntó Alice.

—Betty se sentía muy mal y se metió a bañera con agua fría— Explicó Jughead.

—¿Y ya te sientes mejor cariño?— Le preguntó Gladys. —Podemos llamar a mi esposo para que te revise—

—Si... Andamos con un excelente médico— Les recordó Hall. —Está con su hija en el restaurante, podemos traerlo—

—No será necesario, ella estará bien— Aseguró Jughead.

—Pero necesito que sea ella quien me lo diga— Exigió Alice.

Betty tomó una profunda respiración, con la mirada baja. —Estoy bien—

—Si pero ya saben que si ocurre cualquier otra cosa pueden contar con mi esposo y conmigo. Sólo avisen— Pidió Gladys.

—Gracias Gladys, lo tomaremos en cuenta— Contestó Alice.

Después de esto, a Betty le dieron su espacio para que se cambiara la ropa mojada y se fuera a la cama, pero Jughead se quedó con ella hasta que se quedó dormida. Sólo el era capaz de calmarla cuando se presentaba esta situación.

El estaba sentado en un pequeño sofá al lado de la cama de su novia hasta que ésta se quedó profundamente dormida, con la ayuda de unas pastillas para dormir, porque su crisis de nervios no la dejaba descansar.

—¿Ya se durmió?— Preguntó Alice en silencio, entrando a la habitación.

Jughead asintió, poniéndose de pie lentamente y dejando un beso en la cabeza de su novia antes de salir.

Alice suspiró, saliendo de la habitación de su hija. —No sé qué voy a hacer con esa niña—

—Yo... Quiero hablar con ustedes— Solicitó Jughead, acercándose a sus suegros. —Es sobre Betty—

—Te escuchamos— Respondió Hall, con toda su atención en él.

—A ver— Dijo Alice, mirándolo con atención.

Jughead suspiró, un poquito nervioso. —Yo... Se que ustedes son sus padres y a lo mejor no me concierne decirles esto pero... Betty es mi novia, la amo y mi interés es que ella esté bien y no lo está, créanme—

Alice alzó una ceja. —¿A qué te refieres?—

—Betty no está bien— Negó Jughead, preocupado. —Sus crisis de ansiedad son cada vez peores. Tuve que meterla en agua fría para poder estabilizarla. Es enserio, ella necesita ayuda—

Hall y Alice soltaron una risa, desconcertando por completo a Jughead.

—¿Enserio le crees?— Preguntó Alice con diversión. —Jughead... Betty hace esto para llamar la atención—

—Si... Cuando era adolescente nos hizo ir innumerables veces al médico porque se sentía mal. Pero a la hora de los exámenes médicos no encontraban nada— Contó Hall.

Jughead los miró y negó, incrédulo. —¿Enserio minimizan tanto las crisis de ansiedad de su hija? Betty necesita ayuda, yo la puedo ayudar—

—Aprecio que te preocupes— Contestó Alice. —Pero todo lo que le ocurre a Elizabeth es mental, no tiene importancia alguna. ¿Por qué en mis tiempos no había gente con ansiedad?—

—Un invento de la generación de cristal— Opinó Hall, soltando una carcajada.

Jughead negó, decepcionado. —Ya veo... Pasen buenas noches— Se despidió, saliendo de la suite.

Jughead estaba decepcionado, confundido y no podía creer lo ignorantes que podían ser los padres de su novia con lo que me ocurría.

Ahora entendía por qué Betty lo necesitaba tanto a él.

—Hola hijo— Lo saludó Fp, sentado en un sofá, leyendo un libro. —¿Y Betty como está?—

—Dormida— Respondió el ojiazul, molesto, sentándose frente a su padre. —Papá necesito tu ayuda—

Fp dejó su libro a un lado y miró a su hijo. —Te escucho—

—Las crisis de ansiedad de mi novia son cada vez peores, papá. No puedo seguir viéndola así sin hacer nada y sus padres solo se burlaron en mi cara cuando les comenté de esto— Explicó Jughead, frustrado. —Papá... Si conoces a alguien que pueda ayudarla por favor dímelo, te lo suplico—

Quiero un Jughead en mi vida

Pd: Experta en el tema porque ando en las mismas 😔

Samy ❤️