Betty Cooper es una joven universitaria con padres estrictos y una vida supuestamente perfecta y Jughead Jones es el chico callado y solitario que se enfrentará a muchas cosas sólo por ella. Pero... ¿Podrá su amor triunfar cuando todo está en su con...
Por más que haya sido un error, era un pedacito suyo y del amor de su vida.
—Mi hijo...— Murmuró Jughead, mirando la pantalla, emocionado. —Es mi hijo... Es que... Es que todavía no me lo creo. ¿Eso es mío? ¿Esto lo hice yo?—
—Asi funciona muchachito— Aseguró la doctora con una sonrisa.
—Buenas tardes, con permiso— Habló Fp, entrando al consultorio. —Vine a ver a mi nieto. ¿Puedo?—
—Papá ven a ver esto, es una locura— Dijo Jughead con emoción.
—Es mi bebé...— Murmuró Betty, sin parar de llorar de la emoción.
Fp sonrió, acercándose y sacando su celular. —Esto es maravilloso. Es... Es mi nieto. ¿Puedo... Puedo tomar un video para mí esposa y mi hija?— Preguntó.
—Pero claro— Dijo la doctora.
Fue un momento muy emotivo tanto para los futuros padres como para el futuro abuelo, que estando en trabajo en el hospital sacó un momento de su tiempo solo para saber cómo estaba su nieto y la madre del mismo.
Al terminar la extensa cita con la doctora, Betty y Jughead salieron del hospital y entraron al auto con intenciones de irse a casa.
—Primero pasaremos a la farmacia para comprar tus vitaminas— Dijo Jughead, mirando a su novia con una sonrisa. —Todavía no me lo creo amor. ¿Viste eso? Es nuestro bebé, nena. Nuestro—
Betty sonrió, con sus ojos llenándose de lágrimas al ver las imágenes de la ecografía que tenía en sus manos. —Si... Nuestro—
—¿Te confieso algo?— Preguntó Jughead. —Yo sí quería ser papá. Solo que me hubiese gustado que fuera más adelante, cuando tuviéramos la universidad terminada, trabajos estables, casa...
—Yo también quería ser mamá, pero se nos adelantó— Confesó Betty.
—No te preocupes, haré todo lo posible para que terminemos la universidad, nos graduemos, tengamos al bebé y que todo se organice más adelante— Aseguró Jughead, tomando la mano de su novia y besándola. —Vamonos—
Pasaron por la farmacia, Jughead consiguió todas las vitaminas que su novia tenía que tomar y luego fueron a casa.
En casa, una futura abuela y una futura tía los esperaban con ansias.
—¡Betty!— Chilló JB, corriendo hacia ella y dando saltitos. —¡Vimos un vídeo que nos mandó mi papá!—
—Ella no se ha quedado tranquila desde que vió ese vídeo— Dijo Gladys, acercándose a la rubia y abrazándola. —Ay linda... Muchas felicidades, ese bebé se ve muy sano. Estamos muy felices— Admitió, separándose.
—Ya estoy ansiosa por saber si será niño o niña— Dijo JB, emocionada.
—Aun falta para eso— Respondió Jughead, mirando a su hermana y luego a su novia. —Nena... Tu y mi bebé deben comer algo y luego vamos a estudiar, hay examen mañana—
Betty asintió y junto a su novio se llenó el estómago y el del bebé para entonces ponerse a estudiar hasta que más de noche llegó Fp.
Pronto todos estaban reunidos en la sala. Betty y Jughead seguían estudiando juntos con un libro mientras que Fp y Gladys no se cansaban de reproducir el video de la ecografía del bebé.
—Mira que pequeño o pequeña es...— Habló Gladys, viento el vídeo con una sonrisa.
—¿Y escuchas su corazón?— Preguntó Fp, maravillado. —Es un bebé fuerte como el abuelo—
Betty sonreía mientras estaba del otro lado del sofá, leyendo un libro junto a su novio y padre de su bebé. Sin dudas el bebé iba a ser muy amado por su familia paterna, aunque no se podía decir lo mismo de su familia materna.
En eso alguien tocó la puerta y Fp se puso de pie. —Voy a ver quién es, ya vuelvo familia— Avisó, acercándose a la puerta principal. —¿Quién?—
—Soy Alice— Contestó la mayor. —Se que mi hija está con ustedes—
Fp abrió la puerta principal y cuando se encontró con los padres de Betty les sonrió con amabilidad. —Valla... Qué agradable sorpresa, pasen—
—No te hagas el bueno y devuélveme a mi hija Forsythe— Exigió Alice, entrando a la casa junto a su esposo. —¡Elizabeth! ¡Elizabeth sé que estás aquí, responde!—
Betty escuchó a su madre llamarla desde la sala y miró a su alrededor. —¿Mamá?—
Gladys, Jughead y Jellybean se pusieron de pie, atentos cuando Alice y Hall ingresaron a la sala.
—Jovencita, vámonos a casa en este momento— Exigió Alice, acercándose a su hija.
—Ya tu madre le pagó a los médicos que te harán el aborto— Avisó Hall.
—¿Aborto?— Preguntó Betty. —No voy a matar a mi bebé, ya te lo dije mamá—
—Elizabeth, ya pagué ese maldito aborto. Te vas a casa conmigo y mañana mismo te deshaces de ese bebé— Exigió Alice.
—Ustedes no pueden obligarla a abortar, es su cuerpo— Opinó Gladys.
—Todos ustedes no tienen derecho a opinar, es mi hija— Sentenció Alice.
—Pero el bebé que lleva dentro es mi hijo— Contestó Jughead. —Yo la apoyo en lo que decida y si lo quiere tener me haré cargo—
Alice soltó una risa. —No... Elizabeth vámonos— Exigió, tomándola del brazo.
—¡Que no, no mataré a mi bebé!— Se negó, soltándose del agarre de su madre.
—Ella se quedará con nosotros— Aseguró Fp, colocándose delante de Betty. —La vamos a apoyar a ella y a mi hijo y apuesto a que aquí estará más segura que con ustedes—
—Por favor tengan compasión, es el nieto de ustedes también— Les recordó Gladys.
—No... Si ella no acepta mis condiciones, que desde hoy olvide que alguna vez fue mi hija— Exigió Alice, retirándose. —Vámonos Hall—
Como un perro faldero, Hall aceptó la decisión de Alice y se retiró junto a ella, dejando a Betty con el corazón roto y rompiendo en llanto.
—No pasó nada, tranquila— Dijo Jughead, abrazándola con fuerza.
—Con todo respeto Betty, tus padres están un poquito locos— Opinó JB, acercándose y abrazándola también. —Estamos contigo—
—Si es necesario protegerla hasta de sus propios padres, lo vamos a hacer— Aseguró Fp, firme.
—No te pongas así, le hará mal al bebé— Dijo Gladys, acercándose a consolar a Betty también.
Ella estaba destrozada por la postura que sus padres decidieron tomar ante éste asunto, pero lo único positivo era que su bebé también tenía personas que estaban dispuestas a todo por el o ella.
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