•SÓLO POR TÍ•

Cap. 46

Jughead dejó a su hermana a cargo de la ama de llaves y salió en su moto hacia el hospital en el que sospechaba que estaba su novia y que de casualidad su padre estaba trabajando ahí en ese momento.

Llegó rápidamente al hospital y al ingresar al área de emergencias, notó que había bastante revuelo. Doctores y enfermeros corriendo por todas partes, eso pasaba cuando había emergencias serias.

Entonces se le atravesó su padre y éste lo miró, extrañado.

—Jughead...— Lo llamó Fp, acercándose. —¿Qué haces aquí? ¿Dejaste a tu hermana sola?—

—Relájate papá, está con Rosalinda— Contestó Jughead. —Solo necesito saber si es cierto que mi novia está aquí—

Fp lo miró, entendiendo. —Ya te enteraste... ¿Cierto?—

—¡Doctor Jones, doctor Jones!— Lo llamó una enfermera, corriendo hacia él. —La paciente que acaba de llegar se está desangrando muy rápido y presenta una lesión severa en la cabeza—

—Voy para allá de inmediato— Avisó Fp, mirando a su hijo. —Ve a casa hijo— Le pidió, largándose a correr.

Claro que Jughead no le iba a hacer caso. El intuía algo y ese algo le decía que fuera a la dirección a la que iba su padre y eso hizo.

Llegó a un pasillo en el que habían enfermeros y algunos doctores corriendo por dónde quiera y finalmente entraron todos a una habitación.

Y fuera de esa habitación estaban los Cooper. Su intuición no falló. Si los Cooper estaban ahí, era porque ahí también estaba su hija.

Pero no le gustó cómo estaban los Cooper, estaban asustados, desesperados, destrozados.

—Sabia que le estábamos dando demasiada libertad— Dijo Alice, sollozando y mirando a su esposo. —¡Es tu culpa!—

—¿Mi culpa?— Preguntó Hall, incrédulo, mirando a su mujer. —¡Casi nunca estamos en la casa!—

—¿¡Y eso que!? ¡Tu siempre la estás apoyando! ¡Hay que mantenerla en casa, solo así estará a salvo!— Exigió Alice.

—Nuestra hija ya no es una niña Alice— Le recordó Hall. —Y por más que la queramos proteger, pronto se irá de casa y no podrás protegerla mas—

—¡No me importa!— Exclamó Alice, desesperada. —¡Mí hija podría estar muriendo ahí adentro y si sale de esta voy a hacer lo que esté a mi alcance para protegerla!—

Jughead no podía más. Si se armó todo este revuelo por el accidente de Betty, significaba que había sido grave y no estaba dispuesto a quedarse como si nada.

—Hola— Saludó Jughead, acercándose. —Disculpen pero estoy muy preocupado. ¿Cómo está?— Preguntó, con miedo.

—No nos quieren decir nada, no nos dejan entrar a esa habitación— Explicó Hall, frustrado.

—Un borracho se estrelló contra mi hija— Habló Alice con coraje. —Malditos imbéciles sin conciencia. Si le pasa algo a mi niña...

—Mujer— La llamó Hall, abrazándola. —Nuestra pequeña es fuerte, ella puede con esto y con mucho más—

—La que no sabe si será fuerte soy yo...— Sollozó Alice. —No se nada sobre mi hija, no me quieren decir y no sé qué pensar—

—¿Familiares de Elizabeth Cooper?— Habló Fp, saliendo de la habitación.

Alice y Hall se le acercaron de inmediato y también Jughead, ansiosos por noticias.

—Mi hija está bien... ¿Cierto?— Preguntó Alice, nerviosa.

—Por favor díganos que está bien— Suplicó Hall.

Fp suspiró. —Ella estará bien, es lo primero que quiero que sepan—

Hall y Alice suspiraron, aliviados.

—Gracias al cielo— Dijo Alice, aliviada. —¿Cómo está? ¿Podemos pasar a verla?—

—Pueden pasar, pero ella está inconsciente aún— Avisó Fp. —Tiene la tibia fracturada, tendrá que usar un yeso por al menos cuatro semanas y eso dependerá de lo que diga el ortopedista. También debe ver a un neurólogo porque existe la posibilidad de que haya sufrido un traumatismo cráneoencefálico. Se golpeó muy fuerte la cabeza—

—No me gusta como suena nada de eso— Se quejó Hall.

—Por favor... Betty es una guerrera— Aseguró Alice. —Vamos a verla— Miró a Jughead. —¿Quieres venir?—

—Por ahora solo pueden verla ustedes— Habló Fp. —Mañana en horas de visitas pueden venir más personas—

Los Cooper fueron a la habitación a ver a su hija y cuando Jughead y su padre estuvieron solos, el mayor se le acercó, serio.

—Te dije que te fueras a casa— Advirtió Fp.

Jughead suspiró, mirándolo. —¿Es enserio papá? ¿Mi novia tiene un accidente y lo único que me dices es que me valla a casa?—

—Jughead... Ella tuvo un accidente terrible. Un loco borracho estrelló su auto contra el suyo, tiene una pierna fracturada y probablemente tenga un golpe grave en la cabeza. Ésta chica se quedará una buena temporada aquí adentro— Explicó Fp.

—Solo quiero verla, hablar con ella y saber si está bien, papá— Pidió Jughead, con voz rota.

Fp lo abrazó. —Lo sé hijo, lo entiendo— Se separó. —Lo lamento mucho pero por ahora solo la pueden acompañar sus padres. Ven mañana—

Jughead no iba a dormir aquella noche. Claro que el accidente ocurrió cuando Betty iba saliendo de su casa y se sentía terrible por como la había tratado poco antes.

Ni siquiera le estaba dando tantas vueltas a eso de Archie, solo quería ver que Betty estuviese a salvo.

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Betty finalmente abrió los ojos y estaba confundida al despertar en una habitación que al parecer era de hospital, con su pierna izquierda elevada y con un yeso puesto y sintiendo un dolor de cabeza y en todo el cuerpo como nunca lo sintió antes.

—Mira Harold, despertó— Habló Alice, acercándose a su hija con una inmensa sonrisa y los ojos cristalizados. —Hola hija, estábamos muy preocupados—

—¿Tienes idea del susto que nos diste mi amor?— Le preguntó Hall, mirándola con una sonrisa de alivio. —¿Cómo te sientes?—

—¿Puedes vernos? ¿Puedes hablar?— Preguntó Alice con preocupación.

Betty no podía siquiera tener los ojos bien abiertos, le dolía demasiado la cabeza y la leve luz le molestaba.

—Dinos algo pequeña— Suplicó Alice. —¿Llamamos al doctor?—

—¿Qué fue lo que pasó?— Preguntó Betty, confundida, mirando a sus padres. —¿Por qué me duele tanto todo el cuerpo y por qué tengo la maldita pierna fracturada?—

—Tuviste un accidente— Le dijo Hall. —No se a donde ibas o en qué pensabas para no irte directo a casa, pero un borracho chocó tu auto—

¿Ya quieren reconciliación?

Samy ❤️