Somebody to love 🫀

Capítulo 56

La jornada había sido larga, Wyatt se quedó dormido después de la cena y así también lo hizo Dorian. Sabía que tenía que quedarme despierta porque no pasaría mucho hasta que Cillian y Jenna vengan a buscar al niño. Cómo estaba sola y aburrida, no me pareció mala idea decirle a Chris que venga a hacerme compañía, vaga excusa de mi parte, porque en realidad lo extrañaba.

Abrí la puerta con una media sonrisa, él estaba apoyado sobre el borde de la puerta, también sonriendome.

- Princesa, que bueno que me llamaste. ¿Sabes lo que es para mí que  me llames a las diez de la noche con el pretexto de que estás aburrida? No tienes idea.

Tuve que evitar soltar un jadeo cuando sus brazos me envolvieron y nos adentró a ambos dentro de la casa, tuve que hacer un esfuerzo para cerrar la puerta de entrada.

Empezó a mordisquear y lamer mi cuello como si no hubiera un mañana,  se sentó en el sofa y yo caí despreocupadamente sobre su regazo.

- Chris...mmh... - intenté hablar.

Chris era el hombre más tierno y comprensivo del mundo, pero cuando estaba caliente era un capítulo aparte. Reconocía a Chris Watson cuando estaba caliente.

Logré apartarlo de mi por un segundo, sus ojos estaban oscuros por el deseo.

- Me encantaría, y lo sabes - murmuré - Pero Dorian y Wyatt están durmiendo y arriba uno podemos...

Frunció el ceño y sus ojos fueron inconscientemente hacía las escaleras.

- ¿Y? Están en el piso de arriba y estoy seguro que las puertas están cerradas. Deja de poner excusas, maldita sea.

Guió sus manos frías por debajo de mi remera, un escalofrío recorrió mi espalda. Tomé su mano deteniendolo otra vez.

- Jenna y Cillian pueden venir en cualquier momento, ya sabes, a buscar al niño.

Rodó los ojos - No podemos tener tanta mala suerte, además - se acercó a mi oído y mordió mi lóbulo - dame diez minutos para tenerte gritando bajo mío.

Eso me hizo dejar de estar tan tensa y sonreír un poco, Chris aprovechó para dejarme en brasier y yo también hice mis avances dejándolo con su torso desnudo. Nuestros labios se unieron con bastante pasión y en ese momento no pude evitar soltar un suave gemido, me quejé y me separé de él un poco frustrada.

- ¿Y ahora qué? - preguntó mirándome. - Por dios Beth, me estoy volviendo absolutamente loco.

Hice una mueca de desagrado - Sigo preocupada de que se despierten, sabes perfectamente que soy un poco ruidosa - admití avergonzada.

La idea de que Dorian, o peor aún, el pobre niño nos escuche era una tortura, a pesar de querer hacerlo con Chris.

Rodó los ojos y tomó una almohada del sofá para tapar mi cara y hacer que la muerda. La tarea no era muy difícil, morder la almohada ahuyentaba cualquier ruido.

- Mo quiero problemas, Betty, quiero soluciones. Y también te quiero a ti.

Solté una carcajada que suprimi con la almohada y él volvió a besarme, y volví a sentir el contacto de nuestros cuerpos. Sabía que estaba arriegandome a qué cualquier persona nos interrumpa, pero las ganas me estaban ganando, y vamos, era Chris.

Que por cierto, un perfecto hombre que resuelve.