Drizella Barker es una chica que vive en Reseda, sus padres y sus hermanos se fueron a vivir a las colinas, ya que los padres han montado una buena empresa y ahora se les considera ricos, no quieren seguir en Reseda, por lo que le manda a su hija c...
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DRIZELLA por la puerta de atrás y pudo respirar aire fresco.
No había visto a Katie, se sentía realmente mal. No sabía lo que le había pasado.
Era como si una fuerza interior le hubiese obligado a tirar la pierna a la cara de su mejor amiga con tal fuerza.
—Aquí estas.—escuchó detrás de ella y volteó para ver a su hermano.
—¿Qué quieres?—le preguntó Drizella.
—Sé que algo te ha pasado ahí.—contestó su hermano.
—Ya bueno, pero no pienso hablar contigo.—negó Drizella.
—¿Por qué lo haces tan difícil?—le preguntó Jack.—Si quieres estar enfadada con papá y mamá, adelante, pero nosotros no te hemos hecho nada.
—Tú sabías todo lo que me hacía nuestro padre.—le recordó Drizella.—No quisiste ayudarme, y por eso no quiero hablar contigo.
—¿Y Sophia?
—Siempre me ha empujado de los ojos de mamá y papá. Yo hago una cosa bien y ella de la nada sabe hacer cinco.—explicó Drizella.—Pero estoy mejor sin vosotros, vivo más tranquila.
Se escuchó la puerta abrirse y ambos voltearon a ver.
—Perdón.—se disculpó Robby.—¿Interrumpo algo?
—No, mi hermano ya se iba.—contestó Drizella y Jack solo la miró negando con la cabeza.
—Haz lo que quieras Drizella, yo lo he intentado.—dijo Jack como última palabra y se fue, pasando por el lado de Robby.
—¿Todo bien?—le preguntó Robby.
—Eso creo.—contestó Drizella asintiendo lentamente con la cabeza.
—Si buscas a tu amiga, se ha ido.—le dijo Robby.
—Ya, lo he supuesto.—contestó Drizella mirando al suelo.
—Lo que pasó el...—empezó a decir Robby.
—Lo siento.—lo interrumpió Drizella.—No tendría que haberme puesto así. Solo que...creía...mira, no sé lo que creía pero me molestó que después que de me ignoraras aparecieras de la mano de LaRusso.
—Yo también lo siento, tendría que haberte contestado algo, de que iría a la fiesta o algo así.—sonrío Robby.—Has peleado bien, pirata.
—Gracias.—le agradeció Drizella con una sonrisa y Robby sonrió de lado.—Oye.—dijo Drizella frunciendo el ceño.—Dijiste que si iba contigo a comer dejarías de llamarme así.
—No prometí nada.—negó Robby con una sonrisa.—Debería ir entrando.
—Claro.—le sonrió Drizella.
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