Drizella Barker es una chica que vive en Reseda, sus padres y sus hermanos se fueron a vivir a las colinas, ya que los padres han montado una buena empresa y ahora se les considera ricos, no quieren seguir en Reseda, por lo que le manda a su hija c...
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LUEGO de 15 días, ambos chicos habían despertado. Debían someterse a una operación, sólo que la de Miguel era más cara.
Drizella era por el brazo, estaba destrozado, pero tenia solución y no era grave, sólo tenían que esperar a que despertase del coma.
Y eso hicieron, después de una larga operación, Drizella ya tenia el brazo bien, sólo tenía que ir a rehabilitación y quedarse en el hospital para sergio habiéndole pruebas.
Cuando despertó de la anestesia, se dio cuenta de que sola no estaba en la habitación.
—¿Sensei?—preguntó Drizella al verlo en la puerta.
—Hola.—le saludo un poco incómodo.
—Hola.—saludó Drizella.
—Siempre...consigo colarme.—dijo Johnny acercándose a ella y se miró la muñeca.—Aunque aún llevó la pulsera.
—¿Qué le ha pasado?—preguntó Drizella al ver su rostro, con heridas y moretones.
—Me he peleado con un dispensador de toallitas.—contestó Johnny.—Y con un par de matones en un desguace.—apartó la mirada para volverla a mirar al acabar esa frase.—Veo que te has librado del brazo roto. Es de pringados.
—Ya.—sonrió Drizella.—Me da miedo...que la operación no haya servido y me quede sin brazo. Porque eso puede pasar.
—¿Qué? No.—negó Johnny.—No lo saben, no saben lo fuerte que eres.
—Sensei.—dijo Drizella con voz temblorosa.—Miguel y yo hicimos lo que nos enseñó. ¿Por qué nos ha pasado esto?
