Drizella Barker es una chica que vive en Reseda, sus padres y sus hermanos se fueron a vivir a las colinas, ya que los padres han montado una buena empresa y ahora se les considera ricos, no quieren seguir en Reseda, por lo que le manda a su hija c...
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A la mañana siguiente cuando Robby llegó estaba todo el dojo destrozado.
Entró dentro para verlo todo patas arriba y ver al señor LaRusso de rodillas.—Se han llevado la Medalla al Valor del señor Miyagi.—dijo con el marco vacío en la mano.
—¡Papá!—gritó Sam y cuando salieron vieron el coche amarillo del señor Miyagi que decía "Cobra Kai nunca muere!!"
El señor LaRusso se acordó de la vez que se lo entregó el señor Miyagi.
Se montó con rabia en el coche amarillo ignorando las preguntas de los chavales que le preguntaban a donde iba.
En la clase estaban haciendo combate hasta que entró LaRusso y todos se levantaron.
—¿Qué haces aquí?—le preguntó Johnny mientras los alumnos retrocedían.
—Como si no lo supieras.—contestó Daniel.
—No pides el tatami, respeta mi dojo.—dijo el rubio ya que LaRusso estaba sobre el tatami con zapatos.
—¿Te atreves a hablar de faltar el respeto a tu dojo después de lo que le has hecho al mío?—le preguntó Daniel sarcástico mientras se acercaba.
—¿Qué dices? ¿De qué vas? No le he hecho nada a tu dojo.—se defendió Johnny.
—¿Ni has amenazado a uno de mis empleados?—le preguntó sarcástico.—En parte sentía pena por ti, pero haces que sea muy fácil recordar quien es el malo en realidad.
Halcón se encontraba bastante tenso.
—¿Y tú te haces llamar sensei?—le pregunto LaRusso.—No tienes ni idea de lo que es. ¡Un sensei acompaña, eleva, no enseña destrucción ni falta de respeto!
—Ya te he dicho que no se de que me hablas. LaRusso.—dijo Johnny avanzando hacia el, estaba serio.—Y tú tampoco sabes lo que dices.
—Lo único que sé...es que no se gana una Medalla al Valor robándola.—le dijo Daniel.
Drizella se fijó en cómo Halcón bajaba un poco la mirada.
—Os diré algo de vuestro sensei.—dijo Daniel mirando a los chicos.—Quizá os enseñe a pelear, pero os aseguro que no sabe qué es ganar en la vida.—explicó mirando a su alrededor.—Sin queréis hacer algo bueno antes de que sea tarde, venid a Miyagi-Do.
—¿Vienes aquí a birlarme a mis alumnos?—preguntó Johnny acercándose de nuevo.
—¿Qué vas a hacer? Venga.—dijo LaRusso provocándole pero no hizo nada.—Sabes que yo no pegaré primero.
