Drizella Barker es una chica que vive en Reseda, sus padres y sus hermanos se fueron a vivir a las colinas, ya que los padres han montado una buena empresa y ahora se les considera ricos, no quieren seguir en Reseda, por lo que le manda a su hija c...
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EL viernes tarde Miguel y Drizella llegaron a la pista de patinaje de la fiesta de los 80' en el trabajo de Tory.
—Aún no entiendo que hago aquí.—dijo Drizella un poco molesta. Aún con el parche en el ojo.
—Distraerte.—dijo Miguel y vio a Tory y se acercaron.—¿A qué hora tienes el descanso?
—Así nos comemos las patatas al punto.—añadió Drizella con una sonrisa, no iba a preocupar a Tory. Tory les señaló con los ojos a Sam, Robby y Katie.
—Vaya.—dijo Miguel y se quitó las gafas.
—Hola. No te había conocido.—dijo Miguel mirando a Sam y le hecho una mirada a Robby.—Los disfraces molan.
—Gracias.—dijo Sam y se dedicó una mirada con Robby.
—Tory, te presento a Sam y a Robby.—los presentó Miguel.
—Ya nos conocíamos. Sam y yo tuvimos un asuntillo en el club de playa.—dijo Tory.
—¿Qué te ha pasado en el ojo?—le preguntó Robby a Drizella.
—A ti que más te da.—le contestó Drizella de mala gana y Robby solo frunció el ceño.
—¿Y vosotros de que os conocéis?—preguntó Sam a Tory y Miguel.
—Tory entrena en Cobra Kai.—contestó Miguel.
—Claro...—murmuró Sam.
—¿Cómo dices?—le preguntó Tory.
—Nada.
—En fin, tengo que trabajar.—dijo y se acercó a Miguel.—Hasta luego, cariño.—dijo y lo besó. Se separó y miró a Drizella.—Hasta luego, Driz.—dijo apretándole el cachete a Drizella y se fue.
Katie sólo sintió cómo se le apretujaba el corazón al escuchar como la llamaban por el apodo que ella le puso.
—Venga, vamos a por los patines.—dijo Katie desanimada.
—Mejor.—dijo Robby tenso y los tres chicos se fueron.
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