•El arte de conectar en tiempos difíciles•
En un mundo devastado por los muertos vivientes, Daryl y Rose encuentran consuelo en el otro. Unidos por la lucha por sobrevivir, enfrentan tanto las amenazas externas como sus propios miedos y sentimientos...
Capítulo 6. ________________We are the walking dead.
"En la guerra, no hay plan que sobreviva al primer contacto con el enemigo." Helmunth Von Molke.
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La prisión se había convertido en un hervidero de tensiones latentes. Merle estaba encerrado en su celda, contemplando las sombras se movían en las paredes de hormigón. Mientras tanto, afuera, el ambiente era una mezcla de estrategia y suspenso, cada uno de ellos preparándose para lo que podría ser la batalla más decisiva de sus vidas.
Rose caminaba por los pasillos, evitando las miradas furtivas de algunos miembros del grupo. Había una atmósfera palpable de incertidumbre, y aunque estaba ahí para ayudar, se sentía como un pez fuera del agua. Sin embargo, había un rincón en su corazón que latía por Daryl, quien se mantenía a una distancia segura, como siempre, pero su mirada se cruzaba con la de ella más a menudo de lo que ambos se atrevían a admitir.
- ¿Qué tal va la preparación? - le preguntó Rose a Rick, intentando disimular la inquietud que sentía. Ella sabía que el grupo tenía un objetivo claro, pero la perspectiva de enfrentarse al Gobernador la aterraba, no quería perder a más personas.
- Estamos organizándonos. - Rick respondió, su voz firme pero con un toque de fatiga. - Merle es un recurso valioso, pero también un riesgo. Necesitamos saber en quién podemos confiar.
Rose asintió, mirando hacia la celda de Merle, que era custodiado por Michonne - Y si algo sale mal, ¿qué pasará? ¿Lo volverás a encerrar?
Rick frunció el ceño, evidentemente frustrado por la situación. - No tengo otra opción. La lealtad de Merle es incierta, pero no podemos ignorar lo que sabe.
-Su lealtad está en Daryl.- Comentó Carol -No traicionaría a Daryl.
En ese momento, Daryl apareció, su mirada fija en Rose. Algo en su expresión decía que él también sentía la presión del inminente ataque. Mientras ella se perdía en sus pensamientos, él se acercó lentamente.
- ¿Estás lista para esto? - preguntó Daryl, su voz baja y grave, como siempre. Sin embargo, había una preocupación en sus ojos que Rose nunca había visto antes.
- ¿Lista? No sé si alguna vez estaré lista para enfrentar a ese tipo. - respondió ella, con sinceridad.
Daryl la observó por un momento, como si estuviera sopesando sus palabras. - La clave es mantenerse en movimiento, no dejar que te atrapen. - Su tono se volvió más serio. - Prometo que haré lo que sea para protegerte.
Una corriente de calidez se deslizó por el pecho de Rose. Podía sentir que había algo más entre ellos, algo que ni siquiera él estaba dispuesto a admitir. - Lo sé. Pero también sé que no puedo depender solo de ti, Daryl.
La tensión entre ellos se intensificó, pero Daryl rápidamente desvió la mirada, como si le aterrara el futuro, lo que pudiera ocurrir si se permitía sentir demasiado por alguien.
Merle, desde su celda, observaba la escena con una ceja levantada. Estaba acostumbrado a la lucha y el caos, pero esa chispa entre su hermano y Rose no le pasaba desapercibida.
Desde su celda, Merle no pudo evitar intervenir con su típica sarcasmo. —Oye, tortolitos, ¿se están enamorando o planeando una escapada? Porque aquí tengo un par de ideas si quieren hacerlo más interesante.
Daryl giró los ojos. —¿Por qué no te callas, Merle?
-Porque no puedo dejar de ver cómo se miran, ¡es un espectáculo! Les juro, nunca vi tanta tensión sexual, es como la Intro de una película porno.- Merle sonrió, disfrutando del momento -¿Y si hacemos un show? "Dixon descubriendo que no es gay."
-¡Cierra la boca!.- gritó Daryl, su rostro tomando colores rojos por la vergüenza.
-Oh, por favor, no te pongas así. Si me dejas salir, prometo no hacer más chistes malos.- Merle se reclinó en la celda, mirándolos con una expresión burlona - ¿Por qué no me dejas salir, sheriff amigable? - Merle gritó desde su celda - Necesitamos hablar de estrategia, y no voy a hacerlo encerrado como un perro.- Se quejó- ¿Qué soy, un chihuahua?.
Daryl se tensó, volviendo la vista hacia su hermano. - Nadie confía en ti, Merle. Lo sabes.
- ¡Lo sé, pero tampoco pueden ignorar lo que sé! - Merle insistió, sus palabras resonando en las paredes de la prisión. - No hay forma de que puedas ganar sin mí.
Rick, que había estado escuchando, decidió intervenir. - Tendremos que ver si tu información es válida, Merle. No te equivoques, la confianza se gana, no se exige.
Rose, aún inmersa en sus propios pensamientos, se volvió hacia Daryl. - ¿Crees que realmente puede ayudarnos?
- Tal vez. Pero es un peligro, gata. - Daryl miró a su hermano, sintiendo una mezcla de lealtad y desconfianza. - Solo espero que no termine convirtiéndose en un problema más grande del que naturalmente, ya es.
Merle, que había estado escuchando, soltó una risa burlona. - ¿Problema, hermanito? Solo espero que no terminen todos en la sala de emergencias por subestimar al Gobernador. Pueden ir a jugar al juego de la lealtad, pero al final, aquí estamos en medio de una guerra.
A medida que la atmósfera se volvía cada vez más tensa, Rose se preguntó si realmente podrían salir de esta. Había tantas cosas en juego: la prisión, ser libres, y sobre todo, la vida.
Daryl se volvió hacia Rose- No te dejaré caer.
Con esas palabras, Rose sintió que un poco de esperanza, no solo por la posible batalla que Rick planeaba, sino por los posibles sentimientos del cazador.
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921 palabras. Escrito el 29/09/2024. Publicado el 29/09/2024. Hs 07:00 a.m.
