•El arte de conectar en tiempos difíciles•
En un mundo devastado por los muertos vivientes, Daryl y Rose encuentran consuelo en el otro. Unidos por la lucha por sobrevivir, enfrentan tanto las amenazas externas como sus propios miedos y sentimientos...
Capitulo 3. ________________We are the walking dead.
"Me gusta cuando sonríes, es bonito."
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Daryl, quien iba caminando por el bosque con su ballesta en mano, haciendo la típicas rondas de vigilancia. De repente escucha un ruido agudo, como si de un gato maullando se tratase. Intrigado empezó a seguir el sonido hasta llegar a un pequeño claro.
Y allí pudo divisar a Rose intentando sonar como un gato. Se rascó la barbilla, observando la escena con curiosidad.
-Miau, miau, miau.- Rose imitaba el sonido del animal para poder manipularlo, ya que este estaba sobre un árbol y ella deseaba que este bajara; Pero al parecer todos sus intentos eran en vano ya que el animal la miraba de arriba con superioridad, sin ningún interés en bajar.
Daryl se mordió el interior de la mejilla para no soltar una risita mientras observaba a la joven tratando de convencer al gato. Era divertido verla tan decidida de bajar a ese animal del árbol. Eventualmente, el gato maulló como respuesta a los intentos pero no se movió de su lugar. El cazador sacudió la cabeza con una sonrisa en su rostro -Sigue intentándolo, Veilmont. El gato parece más interesado en observar cómo te humillas.- Dijo acercándose a ella con una sonrisa burlona.
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Rose se sobresaltó un poco al escucharlo -¿Eres bueno trepando?.- Preguntó -Tal vez podrías subir al árbol y sacarlo tú mismo.-Sugirió la chica, cruzándose de brazos.
Él se acarició la poca barba creciente de su barbilla con la mano, pensativo -Puedo trepar bastante bien, si.- Dijo encogiéndose ligeramente de hombros -Pero soy más hábil con la ballesta, ya te lo bajo.-Acomodo la flecha en su arma y apuntó al animal.
Rose rápidamente se sobresaltó y le dio un manazo a la ballesta -¿Qué carajo haces, Dixon?.
Daryl soltó un resoplido, claramente irritado por la reacción. Bajo la ballesta y le lanzó una mirada seria a través de sus ojos azules -¿Qué demonios te sucede a ti? Solo estoy intentando bajar el gato.- Dijo con frialdad -Eres pésima cazando, así te morirás de hambre.
-¿Quién en su sano juicio se come un gato?.- Daryl rascó su nunca con nerviosismo -Lo quería de mascota.
Daryl la miró con fastidio -Estás en medio de una Apocalipsis por si no lo has notado, no hay para alimentar otra boca más en la prisión.- Colgó la ballesta en su espalda y se dio la vuelta, decidió a irse del lugar pero algo en el fondo de su ser no quería dejar a Rose allí -Deberías buscar una mascota más fácil de cuidar. Por más que maúlles no se bajará de ese árbol.
La joven se encogió de hombro, aceptaba que el hombre tenía razón, el animal no tenía ningún interés en ella.
Daryl te observó por un momento, notando tu frustración ante el gato terco. Suspiro ligeramente mientras su manos nerviosas se aferraban a la correa de la ballesta -Esta cayendo el sol, deberías volver a la prisión....Deberiamos.
El cazador se alejó literalmente del árbol que estaba apoyado, echando a caminar en dirección a la prisión; Pero noto que no lo seguía, así que se detuvo y se dio la vuelta -Oye, ¿vas a venir o qué?.- Cuestionó, con una ceja levantada. Espero la respuesta de la joven, pero ante el silencio se cansó de estar esperando -Mueve tu culo. Estamos perdiendo la luz del día.- Dijo con brusquedad, empezando a caminar nuevamente.
-Eres la amabilidad en persona, Dixon.-Rose dejó de ver al animal y cambio hacia él, casi corriendo para seguiré el paso.
Daryl suspiró pesadamente ante el tono sarcástico, pero no pudo evitar sonreír ligeramente cuando la vio caminar de manera apresurada para alcanzarlo.
Aceleró un poco más sus pasos solo para verla enojarse y correr.
Caminaron en silencio durante varios minutos, con la puesta de sol como única compañía. Los únicos sonidos eran el crujir de la hojas bajo sus zapatos y el ruido ocasional de algún grillo. Daryl mantenía su vista en el frente pero de ve en cuando miraba a la joven de reojo, observando su rostro ligeramente frustrado.
Ante el silencio prologado. Daryl por muy raro que le parecía, sintió la necesidad de romperlo -Oye, no estés triste por ese gato.- Dijo con su característica voz ronca, sonaba algo avergonzado, no era bueno dando ánimos. Soltó un suspiro leve al notar que seguías decaída -Hay muchos otros animales sueltos por ahí, ¿qué tal una de las ratas de la prisión?.
Rose hizo una mueca de asco y negó frenéticamente con la cabeza.
-Vamos gata, las ratas son lindas.- Rose rio ante el apodo que le había dicho, sabía que se había condenado de por vida cuando Daryl la escucho maullar -Tienes linda sonrisa, me gusta.
El oír el comentario acerca de su sonrisa, su ceja se levantó ligeramente, y una expresión de sorpresa se cruzó en su rostro -Así que te gusta mi sonrisa, ¿eh?.- Se burló, cruzándose de brazos. Su tono era amigable mientras seguía caminando a la par de él. Rose observó como las mejillas del cazador se tornaban de un color carmesí ante la provocación de ella. Su sonrisa se volvió incluso más amplia, y soltó una risa suave -¿Estás sonrojado, cariño?.- Preguntó con un toque de burla, mientras lo miraba de reojo.
-Basta, aquí murió mi primer y último intento de ser agradable contigo.
Rose soltó una carcajada ante su comentario, claramente disfrutando de la incomodidad del hombre. Continuó caminando aún con una sonrisa boba en el rostro -No te pongas así de loquito, solo estaba fastidiándote un poco.- Dijo en tono despreocupado dándole un pequeño empujón -A demás, a mi me gusta cuando sonríes, es bonito.
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972 palabras. 24 de septiembre, 2024. Hs. 05:00 A.M. Publicado el 25 de septiembre, 2024
