•El arte de conectar en tiempos difíciles•
En un mundo devastado por los muertos vivientes, Daryl y Rose encuentran consuelo en el otro. Unidos por la lucha por sobrevivir, enfrentan tanto las amenazas externas como sus propios miedos y sentimientos...
Capítulo 17. ________________We are the walking dead.
"Puedes cerrarte y enfrentarlo solo, o compartirlo y ser más fuerte." Gladiador.
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-¡Vi un granero cerca!- gritó Daryl, su voz rasgando el rugido de la lluvia mientras intentaba hacerse oír por Rick.
A él no le importaba empaparse bajo la tormenta, pero ver a Judith llorar en brazos de su hermano y a Rose, con la cabeza baja, sollozando en silencio, le hacía sentir un nudo en el pecho. Cada lágrima que ella derramaba bajo el aguacero era como una puñalada en su propia alma. Necesitaban refugio, y lo necesitaban ya.
Quería hablar con ella, entender por qué lloraba tanto últimamente, pero sabía bien que no era bueno iniciando ese tipo de conversaciones, y mucho menos sabiendo cómo mantenerlas. Temía decir algo que empeorara las cosas, hacerla sentir peor de lo que ya seguramente se sentía.
Rick asintió con rapidez al escuchar a Daryl, moviéndose para coger a Judith en brazos, al ver que Carl no lograba calmarla -¡Vamos!- gritó, haciendo señas al resto del grupo para que lo siguieran.
Daryl, se giró hacia Rose, observándola por un momento más. Quería decirle algo, cualquier cosa que aliviara el peso que claramente llevaba, pero las palabras se le atoraban en la garganta. Solo le salía el instinto de protegerla, no de consolarla, y ese tipo de silencio siempre le incomodaba. La lluvia caía fuerte sobre ambos, pero a él lo único que le importaba era la clara expresión de tristeza e incomodidad que tenía la chica; Sobre todo cuando siempre estaba tan alegre.
-Gata- murmuró, apenas audible bajo el estruendo de la tormenta. Ella levantó la cabeza un poco, sin mirarlo directamente.
Sin saber qué más hacer, Daryl extendió su mano hacia ella. Ella lo miró entonces, con los ojos enrojecidos por el llanto y la lluvia. Después de un breve momento de vacilación, tomó su mano, y eso fue suficiente para Daryl. No necesitaban hablar ahora, solo mantenerse juntos hasta que encontraran refugio.
-Vamos- le dijo con suavidad, tirando de ella mientras comenzaban a caminar hacia el granero.
La tormenta no amainaba, pero al menos sabían que una vez dentro, podrían tener un respiro, y quizá, entonces, podría intentar encontrar la manera de hablar con ella.
...🧟♂️
El rugido de la tormenta seguía golpeando las paredes del granero, haciendo que el aire se sintiera cargado de tensión. Daryl se revolvía por dentro, atrapado entre las ganas de hacer algo y la incómoda sensación de no tener ni idea de cómo manejar lo que estaba pasando. Por un segundo, se le pasó por la cabeza pedirle a Rick o a Maggie que hablaran con Rose, que descubrieran por qué estaba tan callada últimamente. Ellos eran mejores para ese tipo de charlas, más expertos en emociones y palabras bonitas, mientras que él... bueno, él era más de acciones.
