•El arte de conectar en tiempos difíciles•
En un mundo devastado por los muertos vivientes, Daryl y Rose encuentran consuelo en el otro. Unidos por la lucha por sobrevivir, enfrentan tanto las amenazas externas como sus propios miedos y sentimientos...
Capítulo 23 _______________ We are the walking dead.
"La mayor cobardía de un hombre es despertar el amor de una mujer sin tener la intención de amarla." Bob Marley
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Rose estaba parada frente a Daryl, la rabia acumulada en sus ojos, su respiración acelerada por la frustración. Su dedo acusador golpeó el pecho de Daryl con más fuerza de lo que él esperaba.
-Un día me follas- gritó, la furia vibrando en su voz -Y al siguiente, finges que tú y yo no somos nada, me ignoras y desapareces.
Daryl no se inmutó. Su mirada fría y distante era todo lo que ofrecía en respuesta. Cruzó los brazos, su postura desafiante.
-No somos nada, gata- respondió, su tono áspero, sin remordimientos.
La mujer dio un paso atrás, la incredulidad marcando su rostro. Su mente intentaba procesar lo que acababa de escuchar.
-¡Pero nos acostamos! ¡Nos besamos!- exclamó, su voz quebrándose con la mezcla de dolor y enojo. ¿Cómo podía ser tan insensible?
Daryl suspiró, casi como si la conversación fuera una molestia para él, algo que simplemente quería deshacerse de una vez por todas.
-Y eso no significa que seamos algo- contestó, su mirada fija en algún punto lejano, sin ningún signo de arrepentimiento -Lamento ser yo quien te muestre el mundo adulto.
Rose cerró los ojos con fuerza, intentando no dejar que las lágrimas la traicionaran. La impotencia la devoraba por dentro. ¿Cómo podía ser tan frío? ¿Tan lejano? Pensó que quizás algo había entre ellos, pero la realidad parecía ser otra, más cruel.
-Eres muy joven para mí, una chiquilla sin más- dijo Daryl, las palabras saliendo de su boca con desprecio, como si ella fuera un simple capricho que él ya había superado. Luego, su mirada pasó a otro lugar, evitando el contacto -Búscate a un mocoso como tú, Spencer, por ejemplo, ya que parece que se te insinúa tanto.
-Incluso ese mocoso a de ser más hombre que tú- Respondió con firmeza, a ella Spencer no le importaba en lo más mínimo pero estaba dolida.
Daryl la miró fijamente, sus ojos azules estaban penetrándola. Su expresión podría ser casi la misma de siempre pero en su mirada había algo más. Tal vez era la sorpresa, tal vez el reconocimiento de que no esperaba su respuesta.
-¿Eso crees?.- Preguntó, su voz algo suavizada.
Rose no respondió de inmediato. En su mente todo daba vueltas, se sentía estúpida. ¿Por qué se estaba perdiendo en algo que incluso ella sabía que no tenía futuro? Pero entonces, sin pensarlo más, habló.
-No sé qué esperas de mí, Daryl, pero no soy tan tonta como crees.- Elevó su vista observando directo a sus ojos -Pero te aseguro que no seré tu puta personal.
