•El arte de conectar en tiempos difíciles•
En un mundo devastado por los muertos vivientes, Daryl y Rose encuentran consuelo en el otro. Unidos por la lucha por sobrevivir, enfrentan tanto las amenazas externas como sus propios miedos y sentimientos...
Capítulo 37. ________________We are the walking dead.
"De nadie seré, solo de ti. Hasta que mis huesos se vuelvan cenizas y mi corazón deje de latir." Pablo Neruda.
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Era una noche tranquila en la comunidad de Alexandria. El reloj de la pared marcaba las 12:15 AM, Rose sentía el ambiente pacífico dentro de la casa hasta que unos pasos pesados golpetearon el piso de madera del porche, ella supo perfectamente de quién se trataba.
La puerta delantera del hogar fue abierta de un golpe para revelar a un sudado y cansado Daryl. Este camino hacia el sofá de la sala de estar, luego de cerrar la puerta de la casa tras de sí. Lanzó su ballesta sobre la mesa ratonera que estaba enfrente para luego caer rendido.
-Hola.- Comenta Rose sentada en el mismo sofá que estaba él, de igual manera la ignoro haciendo que ella se desanimara un poco.
Luego de unos minutos Daryl levanta la cabeza un poco, sacándose el pelo del rostro -Hey.- Saluda con una mueca, a pesar de su actitud ruda se arregla para esbozar lo que precia una sonrisa. -Tienes un mal aspecto.- Comentó sin mucho tacto.
-Solo soy fea, Dixon.- Bromeas y este sacude la cabeza, llevándole la contraria -¿Cómo estuvo tu día?.
Daryl suelta un suspiro frotándose la frente -No demasiado productivo. Salí con Aaron a hacer algunas misiones de reclutamiento y en busca de suministros para ti...Pero no encontramos nada ni a nadie. -Fronta sus ojos con algo de brusquedad -Definitivamente fue un mal día.- Se reclina en el sofá observándola fijamente por un momento, antes de preguntar -¿Y tú? ¿Qué tal tu día, gata?.
-Bien...supongo.- La chica se encogió de hombros.
-¿Solo bien?.- Se inclina un poco hacia adelante, apoyando sus brazos en la rodillas. Parece algo preocupado por su bienestar, sentía culpa por dejarte todo el día sola -Te conozco, es obvio que algo te está ocurriendo, gata. ¿qué pasa?.
-Solo estoy aburrida.
Suspira cansado tratando de no caer dormido en el sofá; Se incorpora nuevamente tratando de prestarle atención a su pareja -¿Eso es todo lo que pasa? ¿Solo estás aburrida?.- Daryl niega ligeramente con la cabeza sin creer del todo y tomándolo como excusa.
-Estoy aburrida y ya.- Se queja Rose cruzándose de brazos.- Como no me dejas hacer nada por estar embarazada, me aburro.
Daryl pone los ojos en blancos, sin poder soportar por mucho las quejas tontas. Suspira pesadamente desplomándose nuevamente en el sofá -Podrías ¿no se?... Leer un libro, tomar una siesta, yo lo haría.- Se apunta con un dedo- O hablar conmigo, me gusta escucharte.
-Todo suena aburrido.- Rose se queja cual niña pequeña -No es nada divertido gestar a un ser humano.
Daryl la mira con los ojos ligeramente entrecerrados, claramente irritado por su comportamiento. Suspira de nuevo y se inclina hacia adelante, con suavidad tira de Rose hacia su regazo y con cuidado la acomoda -Si vas a comportarte como una niña pequeña, empezaré a tratarte como una.- Envuelve un brazo alrededor de la cintura de la joven. Su mano se apoya suavemente sobre el vientre hinchado de ella, con cuidado de no lastimarla -No sé cómo cómo voy a aguantarte cinco meses más así.
