•¿Alexandria? Suena a chica linda•

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Capítulo 18.
_______________We are the walking dead.

"No me gusta la gente que sonríe demasiado. En esta vida, o eres un lobo o eres la comida."
Polly Gray.

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-No quiero sonar desubicada, pero... ¿era necesario golpearlo así?- Rose se agachó para verificar que el hombre tirado en el suelo del granero siguiera con vida. Se hacía llamar Aaron y, sorprendentemente, estaba limpio.

Al menos, en comparación con ellos, que estaban a un milímetro de confundirse con caminantes.

-Tocó la puerta en el peor momento- dijo Rick sin el menor asomo de arrepentimiento -¿Qué clase de idiota anda por ahí, limpio y sin un rasguño?

Rose levantó una ceja, todavía revisando el pulso de Aaron.

-Bueno, al menos no está muerto... aunque probablemente desearía estarlo cuando despierte y vea tu cara.

Rick se encogió de hombros, limpiándose los nudillos con la manga.

-Apareció de la nada diciendo que tenía un "lugar seguro"- dijo, frunciendo el ceño como si la frase en sí misma fuera una amenaza -No me pareció de fiar.

Rose levantó una ceja y miró a Rick con incredulidad.

-Ya veo, porque claramente "lugar seguro" suena a "golpéame en la cara".

Daryl soltó una risa entre dientes. -Tienes cinco minutos para hacerte su mejor amiga, o lo arrastro de regreso al bosque.

...🧟‍♀️

Rick ajustó su agarre sobre el volante, guiando con cautela la caravana por el camino de grava que llevaba a la comunidad. A través del parabrisas, las imponentes paredes de Alexandria se alzaban como un espejismo en medio de la destrucción. Todos en el grupo estaban tensos, entre la curiosidad y el escepticismo. Rick, al frente, parecía un depredador en territorio desconocido, con la mirada fija en cualquier posible amenaza.

Aaron iba adelante, junto a Rick, mostrándole el camino, y Eric los seguía con una actitud más relajada, como si toda esta situación fuera algo rutinario. Rick apenas lo miraba. Para el grupo, la sensación de estar por fin frente a una comunidad aparentemente segura era casi surrealista.

¿Les duraría la suerte?.

En la parte trasera de la camioneta, Rose iba en silencio, observando con una mezcla de recelo y fascinación. Daryl, a su lado, escaneaba el lugar con esa mirada afilada, manteniendo su ballesta al alcance y dejando claro a cualquiera que se cruzara en su camino que no confiaba en nada ni en nadie.

Cuando las puertas se abrieron, Deanna Monroe salió para recibirlos. Aaron se acercó a ella, susurrándole algo, y ella asintió con una sonrisa, dándoles la bienvenida con palabras amables. Pero el grupo de Rick se mantenía distante, algunos con miradas frías, otros con expresiones de cansancio.

•Entre flechas y latidos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora