•Peligro•

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Capitulo 13
______________We are the walking Dead.

"Nadie atraviesa una Apocalipsis y sale con las manos limpias."

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Rick y el resto comenzaron a inspeccionar el lugar. Todo parecía en orden, pero había una sensación en el aire, una inquietud que ninguno de ellos podía sacudirse. Mientras algunos miembros del grupo empezaban a relajarse, preparándose para descansar, Rose no podía evitar mantenerse en alerta. Había aprendido a no confiar en la paz aparente, sobre todo después de todo lo que habían pasado.

Mientras Rick y Michonne revisaban las habitaciones de la iglesia, Rose se sentó en un banco, su mirada fija en la puerta principal. La luz de la tarde se filtraba a través de las ventanas de vidrio coloreado, creando patrones en el suelo que contrastaban con la oscuridad que acechaba fuera. Sentía un nudo en el estómago, una ansiedad persistente que la mantenía alerta. El aire estaba pesado, casi eléctrico, como si la naturaleza misma presagiara una tormenta.

Más tarde, mientras Rick, Michonne y algunos otros planificaban salir a buscar provisiones en un lugar que Gabriel había mencionado, Rose decidió quedarse en la iglesia. No podía sacudirse la sensación de que algo estaba mal. Observó a Bob salir al exterior, su figura desapareciendo en la oscuridad de la noche. Un escalofrío recorrió su espalda, y un pensamiento inquietante cruzó por su mente: tal vez debió ir con él, o al menos detenerlo.

El tiempo pasó, y la tensión creció mientras el grupo de Rick regresaba de la misión, cubiertos de sudor y sangre, pero con los suministros que necesitaban. El ambiente era de alivio momentáneo hasta que se dieron cuenta de que Bob no estaba.

-¿Dónde está? -preguntó Sasha, su voz llena de preocupación, el pánico comenzando a apoderarse de ella.

-Salió hacia el bosque hace unas horas -respondió Rose, la preocupación haciéndose más intensa. La culpa empezaba a asentarse en su pecho. Quizás si hubiera insistido más...

-¿Y no lo detuviste? -Sasha se acercó, su mirada penetrante y desafiante. Había algo en Rose que no le cerraba, algo que la inquietaba.

Maggie se interpuso de inmediato, con un gesto de calma. Lo último que hacía falta era que se pusieran a discutir. El grupo no podía permitirse esa distracción. Ahora solo tenían que pensar en cómo encontrar a Bob.

Rose salió al exterior para ayudar a buscarlo. El aire frío de la noche le golpeó el rostro, y un nudo se formó en su estómago. Caminó por los alrededores, su linterna iluminando la oscuridad, buscando señales de Bob, pero lo único que encontró fue el susurro del viento entre los árboles. El sonido de su respiración se sentía ensordecedor en la quietud, y el chirrido de las ramas la hacía sentir más vulnerable.

Finalmente, se reunió con Rick, Sasha y Maggie. Todos compartían la misma expresión tensa, los ojos llenos de temor y determinación. La ansiedad aumentaba con cada segundo que pasaba sin noticias de Bob.

•Entre flechas y latidos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora