•El arte de conectar en tiempos difíciles•
En un mundo devastado por los muertos vivientes, Daryl y Rose encuentran consuelo en el otro. Unidos por la lucha por sobrevivir, enfrentan tanto las amenazas externas como sus propios miedos y sentimientos...
"La verdad es que siempre hay algo oscuro en el corazón humano." William Golding.
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-¿Me dirás lo que pasó? -Preguntó Dixon, caminando junto a Rose, un poco más atrás que el resto -¿Beth? ¿Ella murió?.- Le costaba preguntar.
-No...Espero que no.- suspiró Rose, su voz cargada de cansancio. Daryl le quitó la mochila que colgaba de sus hombros sin decir nada. -Gracias.-murmuró ella -Cuando corrí con Beth hacia la carretera, unas personas nos secuestraron.
Daryl frunció el ceño, recordando el vehículo con la cruz en el parabrisas trasero que había visto llevárselas.
-Intenté atacarlos, incluso logré clavarle el cuchillo a uno -Continuó.- pero unos kilómetros después me lanzaron fuera del auto en movimiento -Levantó su blusa dejando a la vista la notorias heridas mal cicatrizadas -Unos hombres me encontraron.
Daryl miró las cicatrices en silencio, su mandíbula tensa, pero no dijo nada al respecto.
-¿Esos hombres...?- Empezó a preguntar Daryl, pero se detuvo al ver como Rose agachaba la mirada, encogiéndose de hombros como si las palabras tuvieran peso.
-Se hacían llamar "Salvadores" o algo así.- murmuró. Sus ojos estaban algo vacíos, parecía estar perdida tratando de recordar -Al menos eso entendí cuando hablaban entre ellos.
Daryl notó la tensión que recorría el cuerpo de la chica, no quería que ella se sintiera mal pero necesitaba saberlo.
-Rose, dime...¿Te hicieron algo?.- Preguntó, su voz más suave de lo normal, parecía un ruego.
Ella se mantuvo en silencio por unos momentos, viendo como el grupo se alejaba un poco. Finalmente, tragó saliva y contestó.
-No lo sé,- Cerró sus ojos, su voz temblaba -Estaba algo inconsciente por el golpe del vehículo y luego por los de ellos. Recuerdo...fragmentos. Sentí sus manos en mi cuerpo, pero después...Todo se volvió borroso. No sé qué pasó con exactitud, Daryl. No quiero saberlo tampoco.
Dixon respiro hondo, tratando de controlar la furia que crecía en su interior. Quería destrozar a esos hombres, hacerlos pagar. Pero, en lugar de dejarse llevar por su rabia, hizo lo único que podía en ese momento: Pasó un brazo por los hombros de Rose y la atrajo hacia él, abrazándola con fuerza.
-No importa lo que pasó.- Dijo, su voz grave -Si los encontramos, les haré pagar. Te lo juro, gata.
-No tienes que prometerme nada, Dixon.- Dijo Rose mientras se apartaba del abrazo, sintiendo que, si permanecía más tiempo así, sus emociones la desbordarían -solo quiero encontrar a Beth. Si ella sigue viva, no deberíamos perder más tiempo.
