•Ataque de celos•

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CAPÍTULO 35.
_______________We are the walking dead.

"Sentí que me miraba con amor, un amor que seguramente me inventé yo."
Mario Benedetti

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La oscuridad comenzaba a caer sobre Alexandria, el aire fresco de la noche arrastraba consigo una tensión que ya llevaba días acumulándose. Desde el porche, Rose observaba cómo Daryl y Carol ajustaban las motocicletas. El sonido metálico de las herramientas, mezclado con la suave risa de Carol, resonaba en su cabeza, provocando una punzada de celos que no podía controlar. Sabía que no tenía razón para sentirse así, pero últimamente, algo en la relación entre Daryl y Carol le hacía cuestionarse su lugar.

Finalmente, cuando Daryl se despidió de Carol y empezó a caminar hacia la casa, Rose apretó los dientes. No quería ser la típica mujer insegura, pero no podía seguir guardándose aquello, sentí que si se mordía la lengua moriría envenenada de todo el veneno que estaba en su interior. Cuando él cruzó la puerta, lo recibió con una mirada que dejaba poco espacio a interpretaciones.

-¿Y qué tal todo con Carol?- preguntó, su tono más cortante de lo habitual.

Daryl se detuvo, levantando la mirada con una expresión confundida -¿Qué tal qué?-contestó, sin entender a dónde iba esa conversación.

Rose soltó un suspiro, cruzándose de brazos mientras daba un paso hacia él. -Parecen estar pasando mucho tiempo juntitos últimamente. ¿Algo que deba saber?

Daryl parpadeó, claramente desconcertado -Estamos preparando mi moto para la próxima salida. No es para tanto, gata.

-¿No es para tanto? -replicó ella, su voz subiendo un tono. -Siempre estás con ella, riendo, compartiendo cosas que parece que no puedes compartir conmigo. Y si no se trata de eso, entonces explícame por qué me siento como si no te tuviera.

Daryl apretó los puños, frustrado por la dirección que estaba tomando la conversación. Últimamente discutían muy a menudo, ella estaba irritable y claro estaba que él no sabía cómo lidiar con esto, y mucho menos cómo explicarse. Carol era una parte importante de su vida, pero Rose no estaba entendiendo lo que realmente pasaba.

-Mierda, Rose. No tiene nada que ver con Carol.- dijo, su tono más grave, ella alzó una ceja, esperando más. - ¿Qué diablos quieres que diga?

-Quiero que me digas que no soy solo alguien a quien cuidas porque sientes que es tu deber. Quiero saber que no estoy perdiéndote, Dixon- la voz de Rose se quebró al final, la mezcla de celos e inseguridad desbordándose en ese momento.

Daryl se quedó en silencio, su mandíbula tensa mientras intentaba procesar lo que ella le estaba diciendo. Nunca había sido bueno con las palabras, y mucho menos cuando se trataba de hablar de lo que sentía. Pero el miedo y molestia en la voz de Rose le golpeó más fuerte de lo que esperaba.

•Entre flechas y latidos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora