Capítulo 43.
________________We are the walking dead."Hay un último día para todo".
A quien le corresponda._______________________________🧟♂️
Rosita apareció por la esquina de la casa, con un semblante algo tenso, su caminar firme pero evidente de incomodidad. Se acercó rápidamente a Rose, quien notó de inmediato que algo no iba bien y más cuando vio a Spencer salir por otro lado.
-¿Charla incómoda con Spencer?- preguntó Rose, una sonrisa divertida asomándose en su rostro mientras observaba la expresión de desagrado de su amiga.
Rosita suspiró, dejando escapar un pequeño gruñido de frustración. -Me invitó a cenar a su casa.- respondió, su tono aún cargado de incomodidad, mientras llevaba la mano al vientre de Rose, tocando suavemente la curvatura de su embarazo.
Rose se rió suavemente, alzando una ceja mientras dejaba que la broma saliera de su boca sin pensarlo demasiado. -¿Eres el postre?-preguntó, provocando una risa nerviosa de Rosita.
-Se mueve mucho.- Rosita hizo una expresión de ternura al sentir los pequeños movimientos del bebé debajo de su mano, sus ojos brillando con una mezcla de sorpresa y cariño. -A veces me gustaría estar embarazada.
Rose la miró de reojo, dejando escapar un suspiro mientras hacía una mueca. -Es lo peor.- respondió, sacudiendo la cabeza mientras se acomodaba en el banco, frotándose la espalda cansada. -Tienes hambre todo el día, te duelen los pies, te pesan los senos, todo te irrita. Hay días que... -Rose hizo una pausa, pensativa, antes de soltar con algo de humor, aunque sin perder el tono de frustración -... quiero matar a Daryl del estrés que me causa.
Rosita rió, pero rápidamente su expresión se suavizó al ver la sinceridad en los ojos de su amiga.
-¿De verdad es tan malo?- preguntó, un poco sorprendida, mientras pasaba la mano por su propio vientre, como si intentara entender lo que Rose estaba viviendo.
-Te lo juro.- Rose se rió, aunque con una leve sombra de agotamiento en su voz. -Es hermoso, claro, pero no hay nadie que te cuente lo cansado y agotador que es. Y ni hablar de las hormonas... es un caos, hacen malabares conmigo.
-Bueno, al menos Daryl no te ha dejado sola.- dijo Rosita con una sonrisa, alzando las cejas.
Rose asintió, una pequeña sonrisa apareciendo en su rostro a pesar de la queja. -Sí, pero a veces me gustaría que fuera un poco menos protector, no lo culpo pero..-respondió, suspirando.- Me trata como si fuera a romperme con el viento, y eso... me vuelve loca.
-¿En serio?-preguntó Rosita con curiosidad. -¿Y cómo lo hace Daryl para no perder la cabeza?
Rose se encogió de hombros, una sonrisa pícara curvando sus labios. -No sé, pero creo que está acostumbrado a que siempre lo esté molestando.-respondió, bajando la voz un poco mientras reía. -A veces, ni él se da cuenta de cuánto lo torturo hasta que empieza a hacer algo estúpido.
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•Entre flechas y latidos•
Fanfiction•El arte de conectar en tiempos difíciles• En un mundo devastado por los muertos vivientes, Daryl y Rose encuentran consuelo en el otro. Unidos por la lucha por sobrevivir, enfrentan tanto las amenazas externas como sus propios miedos y sentimientos...