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Abrí lentamente mis ojos, intentado acostumbrarme a la luz del día. Aunque mis párpados pesaban demasiado logré abrirlos del todo.

Di la vuelta en la cama dándome cuenta que me encontraba completamente sola. Los recuerdos de anoche me golpearon como el viento, haciéndome sonreír levemente, lo hicimos cuatro veces a lo largo de la noche, me encontraba tan cansada.

Agarré mi móvil leyendo varios mensajes, hoy era mi entrevista con Jimmy y ya podía volver a casa. Así que supongo que esta burbuja de amor se romperá cuantito ponga un pie en el condado de California.

Revisé Instagram y algo más pero fui interrumpida por el sonido de la puerta de la habitación abriéndose.

Un Justin abrigado, entraba muerto de frío con dos cafés y una bolsita.

-Hey estás despierta, buenos días.-Sonrió el chico dejando la comida a un lado y quitándose el abrigo.

Me senté en la cama dedicándole una pequeña sonrisa que me fue devuelta junto con un dulce beso.

-Buenos días.-Dije a milímetros de su cara.-Que tienes ahí?

Me levanté curiosa, completamente desnuda, pero agarré de un perchero un albornoz.

Vi como Justin me observaba de arriba abajo y sonreí.

-Vamos a desayunar.-Habló saliendo de su trance.

El rubio había comprado dos croassants de chocolate en Starbucks junto con dos cafés.

Desayunamos entre risas, bromas, juegos con el chocolate y algún que otro beso.

Cuando terminamos decidí ir a darme una ducha. Me relajé con el agua caliente chocando contra mi piel, y recordé cómo fueron las manos de Justin tocándome anoche. Sin duda se lleva el primer puesto de todos los chicos con los que me he acostado en mi vida.

Grité su nombre varias veces llamándolo, tenía ganas de un mañanero en la ducha, pero no recibí respuesta. Entonces terminé, seque mi cuerpo, me vestí rápidamente y peine mi cabello.

Abrí la puerta lista para decirle lo idiota que era por no venir pero escuché voces y me quedé escuchando detrás.

-Te echo mucho de menos!

Parecía que estaba hablando por teléfono con alguien y por el sonido de la voz sabía exactamente con quién era.

-Yo también.-Dijo él haciendo inevitablemente que sintiera como mi corazón caía.

-Has dormido bien? Tienes algunas ojeras.

Oh, si yo te contara.

-Si, me acosté temprano anoche.

Vaya mentiroso.

-Cuando vuelvas sí que vas a tener ojeras por una buena razón.

La risa de ella junto con la risa de él que se unió luego me hacía sentir un juguete. Fue una mala idea todo esto, nada de esto debería de haber pasado acabo de meter la pata hasta el fondo.

Escuché como se decían ambos lo mucho que se querían para luego colgar. Cuando todo estaba en silencio decidí salir.

A él se le notaba enfadado, pero por qué? Si alguien debería de estar enfadada soy yo, y tampoco porque sabía perfectamente dónde me estaba metiendo y aún así lo hice.

-Era mi madre.

Le mire de brazos cruzados levantando ambas cejas.

-Tu madre va a hacer que te salgan ojeras por una buena razón?-Pregunté sarcástica.-Me tengo que ir Justin.

Damn Jenner (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora