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*Meses después...

La sesión de fotos acababa de terminar, y el ruido de la pasarela aún resonaba en mi cabeza. Entre cada flash y cada pose, mi mente volaba hacia otro lugar, uno lleno de música, luces y un rostro que no podía olvidar: Justin. Me había mandado algunas fotos del tour, pero cada imagen solo lograba que lo extrañara más. Al final, todo el squad se acabó enterando del contrato, cosa que me relajó bastante.

Justo cuando estaba a punto de salir del backstage, Kendall, Gigi y Bella me rodearon con miradas conspirativas.

–¿Quién va a preguntarle?–Dijo Bella mirando con complicidad a las demás.

–¿Preguntarme qué?–respondí, tratando de sonar casual, aunque sabía exactamente hacia dónde iba la conversación.

—A ver, Kelsey, tienes que contarnos todo sobre Justin. ¿Cuánto tiempo llevan sin verse? —preguntó Gigi, haciéndome sonreír con su curiosidad.

Me crucé de brazos, sabiendo que no me dejarían ir tan fácilmente.

—No tanto... pero, no sé, cada vez se siente más difícil. Es como si la distancia creciera aunque intentamos mantenernos en contacto —dije, sintiéndome algo vulnerable frente a ellas.

Kendall, siempre práctica, rodó los ojos.

—Entonces, ¿qué hacemos aquí? —preguntó como si la respuesta fuera evidente—. Kels, necesitas ir a verlo. Nosotras te vamos a acompañar, ¿vale?

Bella asintió con entusiasmo y añadió:

—Y además, si vamos todas, será como un viaje de amigas. Nadie sospechará nada raro. Solo seremos las chicas apoyando a un amigo en su gira.

—Yo estoy totalmente dentro —dijo Gigi, mirando a Kendall—. De hecho, creo que deberíamos tomar esto como una oportunidad de oro para darnos unas vacaciones.

No podía evitar sonreír al ver el entusiasmo de mis amigas. Sabía que estaban tratando de ayudarme a relajarme y, en el fondo, me encantaba la idea de que todas fuéramos juntas.

—Chicas, están locas —dije, riendo—. Pero no tienen idea de cuánto significa esto para mí.

Kendall sacó su teléfono y comenzó a teclear con rapidez.

—Perfecto. Llamaré a Kylie, porque sé que va a querer sumarse a la misión.

No pasaron ni cinco minutos antes de que Kendall recibiera la respuesta de Kylie.

—Kylie dice que sí, por supuesto —dijo Kendall, sonriendo mientras mostraba el mensaje—. Ahora, ya no tienes excusas, Kelsey. Vamos a ver a Justin y nadie podrá decir nada.

Bella, con una sonrisa traviesa, añadió:

—¿Y cuánto apostamos a que Justin va a enloquecer cuando te vea aparecer así, de la nada?

—Lo que sea —respondí, riendo—. Aunque no sé si le hará tanta gracia ver a cinco chicas cayendo en su gira.

Gigi se cruzó de brazos, pensativa.

—¿Qué crees que dirá cuando te vea? O mejor dicho... ¿qué crees que haría si te tuviera a solas?

—¡Gigi! —le reproché, riendo y poniéndome un poco roja.

Kendall soltó una carcajada.

—Yo creo que será muy obvio, Kelsey. Justin no podrá ocultar lo que siente. Y sinceramente, tampoco tú.

Bella me dio un golpecito en el hombro.

—Pero, en serio, Kels... ¿te gusta de verdad o simplemente es la emoción del momento?

Respiré hondo y las miré a todas, sin saber bien cómo poner en palabras lo que sentía.

—No sé cómo explicarlo —dije al final—. No es solo emoción; es como si no pudiera evitarlo. Es algo más fuerte que yo.

Kendall sonrió, comprensiva, mientras Gigi y Bella me miraban con curiosidad.

—Entonces, ya está decidido —dijo Kendall, con una sonrisa segura—. Vamos a ver a Justin, y si necesitas ese empujón para aclarar lo que sientes, nosotras estaremos ahí contigo.

La mañana siguiente, todas nos encontrábamos en el aeropuerto. Kendall había organizado los detalles del viaje y parecía que estábamos listas para despegar. El ambiente era emocionante, con una mezcla de expectativa y diversión. Mientras esperábamos en la sala de embarque, Bella rompió el silencio con una sonrisa.

—¿Sabes qué? Tengo una pregunta seria. ¿Cuánto tiempo vamos a aguantar sin gritar cuando veamos a Justin en el escenario? Porque no quiero ser la primera en perder la compostura —dijo, riendo.

—Yo tampoco, pero... no prometo nada. Lo siento, Kels —respondió Gigi, levantando las manos en señal de disculpa.

Me reí con ellas, agradecida por tener a estas chicas a mi lado.

Kendall, siempre calmada, alzó una ceja.

—Vamos a mantenernos en control, chicas. Lo último que queremos es llamar demasiado la atención. Recuerden que esto es una misión para que Kelsey vea a Justin sin levantar sospechas.

—¡Sí, claro! La "misión Kelsey-Justin" —bromeó Kylie, quien se había unido al grupo con una gran sonrisa.

Cuando finalmente abordamos el avión, me sentí rodeada de un equipo de amigas que realmente me apoyaban. Mientras nos acomodábamos, Gigi me dio un codazo.

—Oye, Kels, ¿ya has pensado qué le vas a decir cuando lo veas? Porque esto es importante. No queremos que llegues sin palabras —me dijo, medio en serio, medio en broma.

Suspiré, mirando por la ventanilla mientras trataba de organizar mis pensamientos.

—Creo que... solo quiero verlo y hablar sin presiones. En los últimos meses, todo ha sido un caos, y me gustaría que las cosas se calmaran entre nosotros.

Kylie, que estaba sentada al otro lado, asintió.

—Tienes razón, Kelsey. A veces, solo necesitamos un momento de tranquilidad para que las cosas tengan sentido. Y Justin también necesita eso.

Bella y Gigi intercambiaron miradas cómplices, y luego Bella me dijo con una sonrisa:

—Pues tranquila, amiga. Nosotras te vamos a dar todo el tiempo del mundo con él.

Antes de darme cuenta, habíamos aterrizado en la ciudad de destino de la gira de Justin. Al bajar del avión, el aire fresco me recordó cuánto deseaba ver su rostro en persona.

Damn Jenner (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora