Damn Jenner (Justin Bieber)

18.

*Kris Jenner's house.
*Calabasas, LA.

El vuelo a Los Ángeles de vuelta fue demasiado aburrido. Se atrasó varias horas por culpa de la niebla lo que hizo que mi madre que salió ayer por la noche justo después del programa, me echara la bronca por no irme con ella.

Llegué con James quien se cambió y maquilló en mi casa, me ayudó a mi también a arreglarme y salimos tarde, muy tarde.

Ya podía escuchar a Kris.

Los Ángeles está más radiante que nunca bajo el brillo de las decoraciones navideñas, y la mansión de Kris es el epicentro del lujo. Desde la entrada puedo ver la suntuosidad en cada detalle: árboles de navidad de doce pies de altura, luces que cambian de color, copos de nieve artificiales cayendo por la entrada. Aquí, todo se trata de apariencias pero vaya apariencias.

Pero apenas llego, siento la inquietud mezclarse con la emoción porque dada la hora que es, sé que está dentro, sé que lo veré. Lo necesito, aunque me niego a reconocerlo.

Actua normal.

Me digo mientras subo la mirada ante el vestíbulo repleto de personas.

-Pero bueno! Como has tardado tanto!?-Exclamaba mi madre llegando hacia mi.

-No me daba tiempo a más he llegado lo más temprano que he podido.-Dije abrazándola.

Ella me devolvió el abrazo dando un sonoro suspiro.

-Me daba miedo que faltaras, me haces mucha falta esta navidad.

Podía ver en sus ojos su honestidad lo que hizo que sonriera y le diera un beso en la mejilla.

Una vez vió a otra persona fue corriendo hacia ella dejándome con James a mi lado.

-Ei ei ei ei, mira quien está ahí.-Dijo dándome algunos codazos.

-Ya lo vi, cállate.-Susurré agarrando un cóctel de la bandeja de uno de los camareros.

-Pero está ahí.-Volvió a repetir.

-James cállate.

-Kelsey se acerca.-Decía entusiasmado.

Entonces cuando estaba apunto de girarme y decirle por una vez por todas que se callara apareció Ariel dándole un suave beso.

Vaya, eso sí que ha sido el corte de mi vida.

Los dos se fundieron en una conversación en la que de vez en cuando me hacían partícipe pero mi mente estaba en otro lado completamente distinto.

-Y Col?

La voz de Scott detrás mía me distrajo completamente girándome confusa.

-No lo sé.-Respondí alzando mis hombros.

-No lo sabes?-Preguntó con una chispa de diversión.

Negué con mi cabeza haciendo reír a mi cuñado o ex cuñado o lo que fuera porque Kourtney no se aclara todavía.

Seguí charlando con él y la fiesta continuó. Entre risas, selfies y saludos, noto una figura que se hace paso hacia mi. Y la persona en la que últimamente no puedo dejar de pensar está aquí, en medio de todos, con una caja en las manos, envuelta en papel negro y una cinta dorada.

-Pensé que quizás ya no me querías ver.-Dice, con una sonrisa que mezcla provocación y ternura.

Daba las gracias a dios de estar en una esquina y no en medio de la fiesta.

Me quedé en silencio, manteniendo mi compostura. Miro la caja con algo de desconfianza, y le devuelvo la sonrisa de forma contenida.

-Que es esto? Crees que un regalo puede arreglar las cosas?

El se acerca un poco más, sin dejar de mirarme a los ojos.

-No es cualquier regalo Jenner- Responde, pronunciando mi apellido como si estuviera haciéndome un desafío.-Ábrelo.

Siento los ojos de algunos invitados sobre nosotros, pero la curiosidad es más fuerte. Deslizo la cinta y abro el paquete. En cuanto veo la portada del vinilo, algo en mí se detiene.

-Es una broma?-Susurro sorprendida.

Justin niega con la cabeza y sonríe con esa expresión que tiene cuando sabe que ha hecho algo especial.

-Nick Cárter es un gran amigo mío, ayer lo mencionaste en el programa y lo primero que hice fue llamarle, y me consiguió uno.

Bajo la mirada al vinilo, estaban descatalogados, es una edición especial, una rareza que creí que nunca vería en mis manos. No puedo evitar sonreír, pero intento ocultarlo. El no lo nota y su sonrisa se amplía.

-Ves? Sabía que te haría feliz.

-No tan rápido Bieber.- Respondo forzando un tono más frío, aunque siento que está fachada está a punto de romperse.-Esto no significa nada.

El inclina la cabeza, observándome de una manera que hace que mi corazón se acelere.

-Si qué significa algo Kels.-Dice mi nombre suavemente, y por un segundo, olvido dónde estamos.

-Justin... no deberíamos estar haciendo esto. Hailey... y además Col.

El asiente pero da un paso hacia mi, rompiendo esa distancia segura que había mantenido hasta ahora.

-Lo sé, pero aquí estamos, no?- Me mira intensamente, y puedo sentir que él también está atrapado en esta situación igual que yo.

-Esto no es justo para nadie.-Digo con un nudo en la garganta.-No quiero herir a nadie.

Le oigo suspirar, y por primera vez le veo un atisbo de vulnerabilidad en sus ojos.

-Yo tampoco quiero hacer daño Kelsey. Pero es que...no puedo evitarlo, hay algo entre nosotros y tú lo sabes.

Quiero responderle, decirle que tiene razón, pero las palabras no salen. Siento su mano rozar la mía, y mi resolución tambalea.

-Esto es una locura Justin.-murmuro.-No soy una chica que juega con las emociones de los demás.

El sonríe, pero esta vez su sonrisa tiene un toque de tristeza.

-Y sin embargo, aquí estás.

Nos quedamos en silencio, atrapados en esa pequeña burbuja lejos de todos los demás.
Finalmente, decido apartarme un poco y rompo el contacto visual.

-Deberíamos volver a la fiesta antes de que alguien sospeche.

Justin asiente, pero no antes de sostener mi mano por un breve instante más.

-Feliz navidad, Kels. Espero que el vinilo te recuerde algo más que esta conversación.

Una vez que él se aleja, me quedo sola sosteniendo el vinilo en las manos, como si fuera un recordatorio de lo que jamás podré tener. Hay una parte de mí que desea darme el lujo de ser egoísta, de arriesgarlo todo por un momento de felicidad. Pero también soy consciente de que no puedo hacerle eso a nadie, ni a Hailey, ni a... él.

El conflicto en mi interior se intensifica, y por un segundo siento el impulso de salir corriendo, de liberarme de todo este caos. Pero la fría y controladora Kelsey Jenner que todos conocen vuelve a tomar el control, sofocando esas emociones que amenazan con desbordarse.

Salí por la puerta de atrás hacia el parking donde se encontraba mi coche y con mucho cuidado dejé el vinilo ahí. Podía sentir mi yo de cuatro años chillando, al final, Justin había hecho sonreír a mi niña interior.

Volvi a la fiesta, bailé un rato con mis hermanas y las chicas. Pero al final de la noche, busqué a Justin con la mirada. El está rodeado de personas, risueño, y por un momento nuestras miradas se cruzan a través de la multitud. Me fijo en la tristeza escondida en su sonrisa, y sé que él también siente lo mismo: este constante tira y afloja que amenaza con desbordarnos.

Nos mantenemos la mirada solo un instante antes de que yo, finalmente, desvíe los ojos. Porque esta noche, en la fiesta de Navidad, soy Kelsey Jenner y nada puede quebrantar esa fachada, ni siquiera Justin Bieber.

Espero que os encante este capítulo igual que me ha encantado a mi.❣️