Damn Jenner (Justin Bieber)

23.

*Justin Bieber's house.
*Beberly Hills.

Las semanas han pasado desde que mi vida se volvió un caos y luego se estabilizó de nuevo. Col ha desaparecido por completo, y sinceramente, ni lo extraño. He estado entrenando a tope para el desfile de Victoria's Secret; el sudor se ha convertido en mi mejor aliado. Pero hoy es diferente. La barbacoa en la casa de Justin se siente como una pausa en el caos.

Espero que esta, vaya mejor que la anterior.

El sol brilla intensamente, y el aire está impregnado de olor a carne a la parrilla y risas. Mis amigos, el "squad", están aquí: Kylie, Tyga, Bella, Gigi, Zack, Kendall, Asap, Justin, Zayn, Hailey, Abel y Lil Za. La energía es palpable, y me gusta. Pero en el fondo, la presencia de Justin me genera un torbellino de emociones. Es un dilema, como un dulce prohibido en un frasco que sé que no debería abrir.

–¡Kelsey! ¡Ven aquí!– grita Tyga desde la parrilla, sosteniendo un trozo de carne que parece haber sobrevivido a una batalla. –Necesito tu opinión experta sobre esto.–

–Eso no se puede llamar carne, Tyga. Se ve más como un experimento fallido.–le respondo, riendo mientras me acerco.

La risa es un buen disfraz para lo que realmente siento. Mis amigos son un buen refugio, pero cuando veo a Justin reírse con Kendall, algo dentro de mí se revuelve. Él se ve increíble, y a pesar de todo, todavía me afecta. Me detengo, atrapada entre querer unirme a ellos y querer desaparecer.

Mientras la barbacoa avanza, la conversación se vuelve más animada.

–¿Quién quiere un trago?–pregunta Zack, sacando una botella. –Porque esto va a ser una fiesta.

–Yo quiero, pero solo si no es de tu bebida misteriosa.–le responde Bella, haciendo un gesto de desaprobación.

–¡Oye! Mi bebida misteriosa tiene sus encantos.–dice Zack, riendo. Todos nos unimos a la broma, y durante un momento, la tensión se desvanece.

Sin embargo, no puedo evitar mirar a Justin de reojo. Él tiene ese brillo en los ojos que me hace recordar momentos que preferiría olvidar. Pero a veces es como un imán; no puedo evitarlo.

Más tarde, mientras me siento en un borde de la piscina, escucho la conversación de Kendall y Justin. Susurros de risas se convierten en murmullos, y me acerco un poco, ignorando la advertencia en mi cabeza.

–¿De verdad has escrito algo sobre Kelsey?– pregunta Kendall, curiosa, mientras juega con el agua.

–Las letras están ahí, pero no quiero que parezca que solo hablo de ella.– responde Justin, su voz es grave, cargada de algo que no puedo identificar.

–Pero no puedes negarlo. La gente lo nota, Justin. Tal vez deberías decírselo.– insiste Kendall, con una mezcla de preocupación y picardía.

–Ella está ocupada con su propia vida, Kendall. No quiero interrumpir eso.–dice Justin, y en sus palabras hay una mezcla de anhelo y resignación que me deja sin aliento.

Me detengo en seco. La curiosidad se apodera de mí mientras me escondo detrás de una planta. Aún me siento vulnerable, pero su conversación me intriga.

Mis pensamientos se vuelven confusos, y justo cuando estoy a punto de salir y enfrentar esta conversación, el sonido de Hailey riendo me interrumpe. La diversión que ella emana me recuerda que está de vuelta con Justin, y eso me incomoda. Hace unos días decidimos perdonarla y estar bien con ella.

Finalmente, decido salir de mi escondite. –¿Qué pasa, chicos?–digo, sonriendo con más confianza de la que siento.

–Oh, nada, solo hablando sobre la música nueva de Justin– dice Kendall rápidamente, sus ojos brillando con curiosidad.