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                       Escritora's Pov

—¿Quién invito a estos idiotas? — la voz de una molesta Alejandra, resuena por toda la sala, en dónde la familia Rocha estaba de visita el día de hoy, ya qué, Carolina había organizado una parrillada para poder distraer a Ana y hacerla pasar un momento más ameno. Pero, no contaba que su hijo iba a reaccionar de dicha forma al ver a Beyonce y a su esposo, junto a su pequeño hijo.

—¡Alejandra, no seas grosera! — el padre de Alejandra rápidamente intervino, ya que era una reunión familiar y bueno, Beyonce era considerada como una hija, incluso cuando Beyonce traicionó a Alejandra, este se disculpo muchas veces, haciéndose responsable de un error que él no cometió. —Una disculpa, pasen por favor — Alejandra bufó y rodó los ojos.

Inmediatamente posó su mirada en Ana, quién portaba un bonito vestido rosa, de hombros y mangas cortas, junto a unos preciosos tacones color café claro, había ondulado un poco su cabello y maquillado su rostro, haciéndola verse como una preciosa muñeca de porcelana.

—Ana, ¿Me ayudas a hacer la ensalada? — Carolina llegó a salvar el momento incómodo que Ana había presenciado.

—Claro que sí — sonrió tímida y se levantó del sofá, dándole una mirada a Alejandra y una sonrisa leve, para finalmente, irse con su madre a la cocina.

Poco después, Alejandra camino hasta la cocina, ignorando la presencia de Bryonce, junto a sus primas y primos, quienes reían en un círculo en el fondo de su casa, al menos no estaban tratando de hablarle o algo parecido. Al llegar a la cocina, se detuvo a admirar unas bellas y desnudas piernas que estaban siendo cruelmente acribilladas por aquellos tacones y cubiertas  por aquel vestido rosa chillón.

— Alejandra, ¿Necesitabas algo? La comida ya casi está lista — Ana inmediatamente giró su cabeza y se encontró con la mirada hambrienta de Alejandra sobre ella, pero no era para nada una mirada de hambre de comida, sino algo más y Ana puedo entenderlo.

—No, sólo venía por una copa de vino, la mía ya se acabó — Carolina asintió.

—Iré a traer otras botellas de vino al sótano, en un momento regreso; Ana, continúa cortando la lechuga por mí, por favor — ella asintió y tomo el cuchillo y la tablilla, para continuar cortando la lechuga que Carolina había dejado a medias.

Carolina salió de la cocina, dejando solas a ambas. Ana apretó el mango del cuchillo al sentir una presencia cerca detrás de ella, causándole nerviosismo y sorpresa.

—Te ves... increíble, desde este ángulo — Ana mordió su labio inferior y evito soltar un jadeo cuando las manos de Alejandra se posaron en sus caderas y las dejo posadas en su vientre, pegando un poco la erección en su trasero. —Pero puedo verte desde otro ángulo, y sé que te verás perfecta — finalmente, Ana dejo el cuchillo y se giró rápidamente hacia Alejandra, quién no dudo en atrapar sus labios en un beso hambriento y feroz.

Un gemido fue soltado de la boca de Ana, quién se sintió desvanecer tan sólo con aquel beso, sin tener la necesidad de ser precavidos porque ellos era una pareja, ¿No? Falsa, pero lo eran.

Un carraspeó resonó por toda la cocina, haciendo que Ana y Alejandra mirarán hacia la persona que había llegado a interrumpir, encontrándose con la mirada molesta e irritada de Beyonce, quien parecía fastidiada con la escena.

—No quiero comer nada que tenga semen — menciona, mirándolas a ambas con asco.

Alejandra soltó una risa irónica y la miró de reojo.

—No te hagas la importante, aquí nada es tuyo, ni lo mereces — y Ana, se dió en derecho de darle una mirada recelosa y una mirada llena de desdén, mientras tomaba las mejillas de Alejandra y la volvía a besar con la misma intensidad.

"No puedo permitir que la vuelva a dañar" fue el único pensamiento de Ana.

365Donde viven las historias. Descúbrelo ahora