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                   Escritora's Pov

Encerrada en aquel cubículo de baño público, Ana miró con sus ojos acuosos aquella prueba de embarazo.

No podía creerlo, se suponía que las inyecciones que se había estado aplicando eran para evitar está situación. Algo había salido mal, completamente mal y ahora debería pagar por eso.

Limpió sus lágrimas con la palma de sus manos y tiro las tres pruebas hechas al sesto de basura, se levantó y salió del cubículo, lavo sus manos y volvió a mirarse en el espejo, notando un poco las ojeras bajo sus ojos, las cuales eran marcas de sus noches sin poder dormir correctamente, siendo tres exactamente. Su delgado cuerpo había vomitado mucho durante estos días, causando que su estómago se notará un poco más, causándole temor y mucho pánico.

¿Cómo reaccionaria Alejandra al enterarse de su embarazo no deseado?

Acunó sus manos y dejo que se llenará un poco de agua, poco después, mojo su rostro y seco con toallas para las manos. Soltó un suspiro y aferrándose a su pequeño bolso de correa, salió de los baños de aquel centro comercial.

Mantuvo su paso lento por las calles, sintiendo aquel peso en sus hombros y un ligero asco en la boca del estómago, apretó sus labios al ver a una mujer de la mano con un pequeño, y este, tomando de la mano a su padre, los tres mantenían una sonrisa en sus rostros, notandose felices.

Bajo la mirada a sus pies y se detuvo de golpe al escuchar su teléfono sonar en su bolso, lo medito por un momento, y finalmente, suspiro en derrota, saco su teléfono y contesto a la llamada de Alejandra.

—¿Hola?

—¿Dónde rayos estás? Acabo de llegar a la casa y no te encontré, te pedí claramente que no salieras, has estado mal del estómago, no voy a permitir que mi madre siga molestandome con lo mismo de no cuidarte. Ven a casa ahora mismo.

—Me siento un poco mejor, estaré fuera de casa por algunas horas más.

—No me hagas ir por tí a dónde quiera que estés.

—Simplemente quiero estar sola, ¿Es mucho pedir?

—¿Sola para qué? ¿Acaso estás con alguien más? De ser así, yo...

—¡Sí, estoy con alguien más, ¿Cuál es tu jodido problema!? ¡Ya deja de celarme por cosas estúpidas, no pienses que yo voy a acostarme con la primera persona que vea, ya basta, por favor! ¡Yo no soy Beyoncé! — gritó con fuerza, al finalizar, simplemente se giró y vomitó en plena calle, siendo presa de miradas llenas de asco y repulsión. Apretó con fuerza el teléfono en su mano, y vomitaba como si no hubiera un mañana.

Cuando todo salió, sollozó. Colocó nuevamente el teléfono en su oreja al escuchar los gritos lejanos de jennie.

—¿¡Estás bien!? ¿¡Dónde demonios estás!? ¡Ahora mismo voy por tí!

—V-Voy para a-allá.

Colgó sin detenerse a saber su respuesta, simplemente guardó el teléfono y empezó a caminar hacia la parada de autobuses más cercana.

[ ♣️ ]

Ana abrió la puerta con pereza, casi con una mueca de dolor en el rostro y entro a la enorme casa, cerro detrás de ella y retuvo el aire que quiso salir de sus labios al ver a Alejandra en el inicio de las escaleras, causándole temor de que hiciera algo agresivo hacia ella, sólo por el hecho de haberle contestado de esa forma minutos atrás.

—Come algo y sube a dormir, mañana vendrá el médico a revisarte — inmediatamente los ojos de Ana se abrieron sorprendidos y negó repetidas veces con la cabeza. Estaba asustada.

—¡N-No es necesario, lo juro! — Alejandra alzó una ceja y la miró de arriba a abajo.

—No fue una pregunta, es una orden — dijo sin más, causando que los ojos de Ana ardieran por soltar lágrimas.

—Por favor, e-estoy bien...l-lo juró — sollozó, ganándose aún más la atención de Alejandra, quién dió dos pasos hacia ella.

—¿Por qué te niegas a que el médico te haga un chequeó? ¿Qué es lo que ocultas? — para este punto, las lágrimas de Ana simplemente se habían deslizado por sus mejillas y salían sin poder detenerlas.

—N-No es así — negó con la cabeza. Alejandra poso una mano en su mejilla miró los ojos de Ana.

—Vomitar y desmayarte no es nada, así que el doctor te revisará y es mi última palabra — quitó la mano de su mejilla, sintiendo un frío en esta. Alejandra se dió media vuelta y empezó a caminar hacia las escaleras.

Ana estaba entre la espada y la pared, Alejandra se iba a enterar, hiciera lo que hiciera, se iba a enterar y todo se iría a la mierda. Así qué, simplemente, tomó una decisión.

—¡Estoy embarazada! — gritó, para después, romper en un llanto desconsolado.

Alejandra se quedó quieta de golpe, antes de siquiera subir el primer escalón, recordando una situación igual.

"— Alejandra, ¡Estoy embarazada, vamos a ser madres!"

Frunció su entrecejo al recordar aquel horrible y traumático suceso en su boda.

"—Lo siento mucho jennie, el bebé no es tuyo, sino de Kai."

Se giró y miró con sus oscuros y atormentados ojos a Ana, quien estaba desecha en llanto. Su corazón dió un latido fuerte, doliendole verla así; pero también, siendo lastimada por su pasado y por haberle ocultado eso.

Sin saber que decirle, simplemente se dió la vuelta y subió las escaleras, encerrandose en su despacho.

365Donde viven las historias. Descúbrelo ahora