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Años después...

           Escritora's Pov

—¡Eso no es verdad, eres una mentirosa! — el grito de Layla llegó hasta los oídos de Ana y Alejandra, quienes se encontraban comiendo tranquilamente en la mesa.

—¡No estoy mintiendo, él mismo me lo dijo! — una segunda voz femenina fue escuchada por ambos, soltando un suspiro y sabiendo ya de quién se trataba.

—¡Ambos son unos mentirosos, él quiere fastidiarme y tú lo estás ayudando, se supone que eres mi amiga! — el chillido de Layla se escuchó cerca de la entrada al comedor, por lo que, Ana y Alejandra dejaron los cubiertos y miraron hacia su pequeña, bueno, ya no tan pequeña Layla entrar, siendo seguida de su mejor amiga.

—¡Eso no es verdad, lo digo porque soy tu amiga y realmente quiero que seas correspondida! — dijo, miro rápidamente a Ana y le sonrió. —Buenas tardes Señoras Rocha, provecho.

—Buenas tardes Alex, ¿Gustas quedarte a comer? — ofreció Ana, levantándose de la mesa para servirle a Layla y a Alex, quien asintió con una sonrisa.

—Me encantaría, muchas gracias.

Layla tomó asiento a lado de Alejandra y Alex a lado de Ana, quien les puso el plato de comida frente a ellas, mientras acariciaba su redondo vientre, dejo dos vasos de cristal a un costado del plato y sirvió jugó que había en la jarra de la mesa.

—Bueno, a comer niñas — nuevamente volvió a tomar asiento y continuo comiendo junto a su esposa, mientras daba pequeñas miradas a Layla, quien parecía molesta. —¿Cómo les fue en la escuela?

—Muy bien señora Rocha — contestó Yuna rápidamente, ganándose una mirada de molestia de Layla, Alejandra la noto de inmediato.

—¿Pasa algo, Lay? — preguntó, limpiándose las comisuras de sus labios.

—Pasa, que Alex me dijo que Yoel le pidió una cita conmigo — dijo, mirando de mala gana a Alex, quien rodó los ojos y la señaló con el tenedor.

—¡Es verdad, él me lo pidió, incluso me pidió consejos de que era lo que te gustaba, no puedes no creerme! — Layla rodó los ojos y con rostro serio, continuó comiendo.

Ana y Alejandra se dieron una mirada de reojo y la castaña señaló con su mirada a Layla, pidiéndole que interviniera, Alejandra soltó un suspiro y volvió a ver a Layla.

—Cielo, ¿Quién es ese tal Yoel? — preguntó, tratando de tantear el terreno y no meter la pata.

—Yo le digo, suegra — Alex intervino, ganándose una mirada sorprendida de ambas padres por dicho apodo. —Verá, Yoel es del equipo de basquetbol de la escuela, siempre que vamos a la cancha se le queda viendo como baboso a Layla, quien ya lo rechazó una vez, pero él sigue insistiendo y ahora me pidió ayuda a mi para acercarse a ella y poder tener una oportunidad — las palabras salían tan rápido de su boca, que Alejandra juro ver las letras salir de su boca y justo cuando las iba a agarrar, caigan al suelo y salían otras. Alejandra agitó su cabeza con fuerza y asintió a lo dicho por Alex, aunque no había entendido del todo bien.

—Lay, ¿Cuál es la razón para que rechaces a ese muchacho? ¿Te ha dicho algo malo o quiso pasarse de listo? Dímelo, reuniré a tu tío Tay y destrozaremos su auto — Lay miro de manera sería a su madre.

—No tiene auto y de todas maneras, él no me ha hecho nada — aclaró, recibiendo una sonrisa de su madre. —La razón por la cual no lo acepto, es porque es un idiota — soltó.

—Lay, no puedes insultar a las personas a sus espaldas, ¿Qué te he dicho? — regaño Alejandra.

—¿Así? ¿Entonces porque le dijiste idiota al sujeto del supermercado que miraba a mamá la vez pasada? Insultaste a esa persona a sus espaldas — la mirada de Ana cayó en Alejandra, quien sonrió nerviosa y soltó un "No es cierto, amor" en un susurro.

365Donde viven las historias. Descúbrelo ahora