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                 Escritora's Pov

—No quiero preguntar qué pasó, pero viendo ese ojo morado, voy a preguntar; ¿Qué pasó? — Alejandra bufó al sentir un poco de burla en su voz, rodó el ojo que tenía abierto, ya que el ojo izquierdo estaba cerrado y tenía una compresa fría en este, tratando de bajar el dolor y el color morado.

—Ana se enteró que Marco es su padre y no sólo eso, también se enteró que yo ya lo sabía, no dudo en arrojarme mi teléfono que estaba en la cama... debí de haberlo quitado de ahí — murmura lo último con pesar, presionando más la compresa fría en su ojo, escuchando a su madre bufar.

—No lo entiendo, ¿No se suponía que Marco estaba casado con Cheerin y con ella tuvo a Taehyung? — Alejandra asintió, se quitó la compresa fría y miró hacia las escaleras, cerciorandose de que Ana no estuviera por ahí, regreso y miró a Carolina, quién mantenía el rostro curioso.

—Sí, pero el romance que tuvo Marco con la madre de Ana, fue mucho antes de casarse con Cheerin, con ella se casó a la fuerza porque su padre lo obligó, él me dijo que ella lo cito a hablar y fue cuando le dijo que estaba embarazada de Ana, pero por temor y como aún eran muy jóvenes; le dió la opción de abortar, ella se enojo y corto toda relación con ella, aún cuando él aún la amaba... quizás y sea así, Marco tuvo parte de la culpa — murmuró en voz baja, para que esa información no llegara a oídos de Ana, quién descansaba en la segunda planta, justamente en la habitación de Alejandra y ella. —¿Tú qué opinas? — le preguntó, mirando la cara de sorprendida que tenía Carolina

—Opino que eres una chismosa de primera — Alejandra fingió indignación.

—¡Yah, él me lo contó todo, yo no le pregunté nada! Además, tú también eres una chismosa de primera — atacó.

—¿Así? ¿Y por qué, según tú? — se cruzó de brazos y la miró retante.

—Porque estás aquí desde hace cinco horas, tratándome de sacar información sobre la paternidad de Ana, con el señor Marco — contesto obvia y burlona.

Carolina entrecerró los ojos y apretó la mandíbula.

—Para la próxima, le voy a decir a Ana que no te aviente el teléfono, sino una maldita licuadora completa — bufó indignada y Alejandra rodó los ojos.

Ambas se quedaron calladas, hasta que Carolina volvió a hablar.

—Me voy...

—Por fin — Carolina miró de mala gana a Alejandra.

—Cuídala mucho, llámame a cualquier hora y por cualquier cosa, dejé sopa en la estufa, cuando Ana despierte dale un poco, no es bueno que tenga el estómago vacío, se va tu madre — Carolina se acercó y le dió un beso en la frente a su hija, para después, acariciar sus hombros con consuelo. —Ya verás que con las terapias, todo irá mejor, sólo es cosa de que ambas estén tranquilas y haya pasado un tiempo — Alejandra asintió, tomando en cuenta el consejo de su madre.

—Mamá, ¿Cómo vas con lo que me mencionaste en la mañana? — preguntó. Carolina hizo un sonido de sorpresa y hizo una expresión de haber recordado algo.

—¡Cierto! Pues, ya casi estoy dando con la persona que le dió el té, no te preocupes, a más tardar en una semana tendré que interrogarla y sobornarla para que hable, tu no te preocupes mi cielo — Alejandra soltó un suspiro y asintió. —Me voy.

Carolina salió de la cocina y paso la sala para llegar a la puerta principal, una vez ahí, se marchó.

Alejandra continuaba presionando la compresa fría en su ojos, pensando en lo que su madre le comento en la mañana.

—"Unos de los meseros que estuvieron en tu boda y una sirvienta, me dijeron los rasgos físicos de la mujer que salió de la habitación de Ana, horas antes de su boda; llevaba una taza de porcelana blanca y parecía sospechosa, porque después de eso, ya no la vieron más".

Soltó un suspiro, sintiendo un pequeño dolor empezar a molestar en su cabeza, quitó la compresa fría y la tiró a la basura, se quedó mirando a la pared, con los brazos cruzados, mientras pensaba en como tratar de explicarle a Ana lo de Marco.

¡Necesitaba soluciones, no problemas!

365Donde viven las historias. Descúbrelo ahora