Juanjo se quedó estático. Sintió como todo el alcohol que había ingerido durante la noche se le iba a los pies. Incluso el calor que siempre tenía había sido sustituido por un frío helador. Las lágrimas comenzaron a brotar por sus mejillas casi sin darse cuenta. Martin captó una de ellas, limpiando su rostro con su pulgar.
El maño era incapaz de devolverle la mirada por lo que Martin simplemente se acercó abrazándole por el abdomen. Juanjo tardó en reaccionar unos segundos y acabó rodeando la cintura de Martin con delicadeza, apoyando su cabeza en el hombro del vasco.
-¿Quieres que vayamos a casa? - susurró Martin sin soltar su agarre.
-No quiero ir a mi casa así, se me va a caer el mundo a los pies... - expresó con la voz rota.
-Yo no te he preguntado eso - corrigió Martin con una sonrisa, separándose para mirarle a los ojos. Juanjo le devolvió la mirada con el ceño fruncido- te he preguntado que si querías venir a mi casa - añadió con una sonrisa de lado.
-Eres un sin vergüenza - rió negando.
-Soy tu sin vergüenza y lo sabes - respondió Martin.
-Venga sin vergüenza, aquí ya no se nos ha perdido nada - se separó dejando un golpecito en su culo.
Los dos caminaron abrazados durante el trayecto a casa de Martin. El vasco tiritaba levemente debido al outfit que había escogido. Juanjo le tenía agarrado por los hombros, moviendo la mano de vez en cuando para darle calor.
-Mira que antes te dije que ibas a resfriarte - riñó.
-Ya se que eres muy listo, ya lo seeee - se burló Martin rodando los ojos.
-Oye a mí no me hables así como si fuera un abuelo - se picó Juanjo.
-¿Quién es ahora el picado? - se rió Martin elevando las cejas, soltándose del agarre del maño para abrir el portal.
-Ahora en silencio eh - susurró Martin - que mi padre está durmiendo y mañana trabaja.
Ambos entraron al piso tratando de guardar el máximo silencio. No se escuchaba ningún ruido y las luces estaban completamente apagadas. Martin agarró a Juanjo de la mano y ambos entraron al dormitorio del vasco.
Juanjo se tumbó en la cama del vasco mientras Martin se quitaba la chaqueta.
-¿Te vas a cambiar aquí mismo? - preguntó Juanjo ruborizado.
-Sí ¿quieres mirar? - vaciló Martin mientras rebuscaba en el armario.
-Idiota.
Martin le tiró un pijama para que pudiera ponérselo.
-La puerta de enfrente - explicó.
-¿Qué?- preguntó Juanjo confuso.
-Que la puerta de enfrente es el baño Juanji - rió.
Juanjo recogió el pijama y salió al baño para cambiarse. Tardó un poco más de tiempo inhalando el aroma característico del vasco. Iba a volverse loco. Al entrar de nuevo se encontró a Martin metido ya en su cama con el pijama puesto. Llevaba puestas unas gafas mientras miraba su teléfono. Le quedaban especialmente bien.
-No sabía que llevaras gafas -comentó Juanjo mientras apoyaba su ropa en la silla del cuarto de Martin.
-Hay muchas cosas que no sabes de mí - sonrió Martin - ven aquí - añadió abriendo la cama para hacerle un hueco.
Juanjo entró en la cama acurrucándose en el pecho de Martin, envolviendo su cuerpo con sus brazos. Martin apoyó su cabeza en la del maño y comenzó a dejarle suaves caricias por su espalda y brazos.
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CONTRA LAS CUERDAS
FanficJuanjo y Martin cruzan caminos en el último curso en el Conservatorio, compartiendo agrupación de cámara. Pronto empiezan las discusiones entre ambos ¿Serán capaces de dejar atrás su ego y trabajar en equipo dejando a un lado sus diferencias?