Forever & Always {H.S} (Saga Hally libro #1)

Capítulo 33: Con muchas "gomis"

Abrí los ojos y me encontré con una cegadora luz enfocándome a la cara. Estaba tumbada en mi cama. Me incorporé y un gran dolor se extendió por mi cuello. Rápidamente, me llevé la mano a él y observé la hora. Eran las 23:28.

Recordé a Harry y lo que Zayn me contó y miré a mi alrededor, pero solo me encontré con mis pósters de Taylor Swift colgados en las paredes, con los pósters de los Beatles, con mi mochila apoyada en la mesa, con mis discos de Taylor Swift sobre la balda y con millones de libros. Bajé corriendo las escaleras y me encontré con mi hermana pequeña viendo la tele.

-Al fin te despiertas, dormilona-dijo ella, sonriendo.

-¿Q-qué...? ¿Qué día es hoy? ¿Dónde está Zayn? ¿Dónde está Harry?

-¿Quién es Zayn? ¿Quién es Harry?-preguntó ella, mirándome fijamente y confundida.

-¿Quienes van a ser? Zayn es nuestro hermano y Harry mi novio.

Safaa seguía confundida.

-¿En serio que sabes de qué hablas, Sabi? ¿No te habrás tomado algo en mal estado?

-¿Acabas de llamarme Sabi, Safaa?

-¿Quién es Safaa? Soy Helena, tu hermana.

¿Helena? ¿Volvía a ser Sabi?

-Solo tienes que DESPERTAR-me dijo, sacudiéndome. 

Cerré los ojos.

-Waliyha, por favor, ¡despierta!-gritó una voz a millones de kilómetros.

Abrí un poco los ojos con dificultad y el rostro de Zayn apareció frente a mí aunque un poco borroso.

-Hermanita, ¿me oyes?-preguntó.

Yo asentí y él suspiró.

-Menos mal, hermanita, me habías dado un susto de muerte. Ha sido un: espera, Waliyha y de repente te veo desmayarte.

Miré a mi izquierda y Louis se encontraba allí. Me ayudaron a levantarme y comprobé que la cortina estaba cerrada.

-Mejor si está así por un tiempo. Al menos, hasta que se recupere-me dijo mi hermano.

Yo asentí y me senté en una silla.

Entonces, oí un gritito infantil y un:

-¡Quiedo gomis! ¡Y quiedo cocholate!

Supuse que sería Theo así que, después de asegurarle a mi hermano que me encontraba bien, salí al pasillo para encontrarme con mi príncipe charlando con su tío, bueno, más bien, exigiendo a su tío cocholate y gomis.

-Hola, príncipe-exclamé al acercarme a él.

Se giró y me miró con sus grandes ojos azules.

-Tía Walia.

Estiró sus pequeños brazos hacia mí y le cogí con fuerza.

-¿Qué tal está mi príncipe?

-Ben. Tía Walia-me susurró-, ¿has taído cocholate y gomis?

-Claro, cariño, siempre tengo una bolsa de gomis en el bolso. Pero cocholate no tengo.

Él hizo un puchero y su labio inferior comenzó a temblar.

-¿Qué te parece si vamos a la tienda de al lado y compramos algo de cocholate?-pregunté.

-¡Síiiiii!-gritó, dando pequeñas palmaditas.