Capítulo 47: Depresión.

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Niall:

Theo había acabado en el hospital, todo por mi culpa, ya que no debería haber hablado con Waliyha mientras cuidaba de mi sobrino. Debí haberlo previsto antes, pero no. Soy un tío pésimo. Lo he sido siempre. Me apoyé en la encimera de la cocina y vi, curioso, el cajón donde se encontraban los cubiertos. Lo abrí. El famoso cuchillo afilado que utilicé para cortar la tarta de Theo en su 1er y 2° cumpleaños me llamó la atención. Brillaba tanto bajo aquella potente luz, parecía tan afilado. Lo tomé entre mis manos, pesaba lo suyo. Todos los recuerdos de mis últimos años, toda mi depresión, me vinieron a la cabeza, me dio un gran bajón y puse la hoja del cuchillo apuntándome. Suspiré y el cuchillo penetró mi abdomen, antes de que nadie pudiera detenerme. Mi cuerpo inerte impactó contra el suelo. Solo recuerdo de aquel día una gran cantidad de un líquido rojizo y una mancha borrosa que pronunciaba mi nombre. Justo en aquel momento, cuando estaba casi muriéndome, recordé los momentos que me llevaron a esto...

Varios años antes...

Estaba MUY nervioso, ya que teníamos un concierto en el colegio del final de la calle. No era nuestra primera actuación, pero siempre me ponía muy nervioso y comenzaba a temblar como un flan.

-Niall, deja de saltar que me pones nerviosa a mí también-me reprendió Lou, nuestra estilista.

-Lo siento, es que estoy muy nervioso.

-Pues cálmate, fiera.

Me senté en una silla e intenté tranquilizarme, pero no podía.

A los pocos minutos, Simon nos dijo que fuéramos al colegio, que ya estaba todo preparado. Me levanté y Louis me pasó un brazo alrededor de los hombros. Llegamos al colegio y subimos a una especie de plataforma.

Mis piernas temblaban como un flan y creía que en cualquier momento acabarían por impactar contra el suelo. No era la primera vez que actuábamos allí, pero iba a venir más gente.

Divisé entre el público varias pancartas que únicamente ponía «Harry, fóllame» y alguna que otra que ponía «Niall, you are my reason to smile» (Niall, tú eres mi razón para sonreír). Entonces, me encontré con una pancarta que decía:

«Harry, bebé, fóllame hasta que acabemos sin sentido. Eres mi única razón para seguir con vida así que ¡¡ven a mí!!

All The Love,

Marie»

Seguí leyendo pancartas y encontré varias de Liam, de Louis y de Zayn.

Después de estar varios minutos así, Forever Young comenzó a sonar por los altavoces. Llegó el estribillo, donde cantábamos todos, y sonreí al público. Algunas chicas gritaron y otras casi se desmayaron. Divisé cómo una chica rubia se acercaba a su amiga y le susurraba algo. Las dos comenzaron a reír se lo contaron a las de atrás, quienes también comenzaron a reír. Mi sonrisa se desdibujó, rápidamente, y vi cómo la rubia hacia gestos, señalándose sus dientes. Estaba haciendo como que los tenía movidos y me señalaba, como riéndose de mí. Sabía que estaba hablando de mis dientes, porque yo los tenía movidos.

Eso dolió bastante, dolió más que cuando me rompí el brazo de pequeño. Los ojos me escocían porque estaba aguantando las lágrimas. «Compórtate como si no hubiera pasado nada»-pensé. Pero no podía, no podía dejar de imaginarse a la rubia riéndose de mí.

Forever & Always {H.S} (Saga Hally libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora