Bosques de Vaargler. 16 de octubre del 879 d.d
Llevaba toda la noche caminando a través del bosque sin rumbo fijo, buscar a un par de asesinos en aquel lugar era como intentar encontrar una aguja en un pajar, era un persecución que probablemente no le condujera a buen destino pero él estaba dispuesto a dedicar su vida entera en pos de encontrar a los asesinos de su amada esposa. Esos hombres le habían arrebatado de su vida a una de las personas más preciadas, en solo cuestión de minutos lograron destrozar por completo aquellos hermosos cuatro años que jamás podrían ser reemplazados. No había perdón para aquello, pagarían su crimen y el mismo se encargaría de llevar a cabo la sentencia final.
Miro en una y otra dirección esperando encontrarse con alguna pista que le llevara directo a su objetivo, pero en un sitio tan grande tal vez le costara más de un día encontrar rastros, era incluso probable que ellos simplemente abandonaran la ciudad a través de la ruta principal. No, eso era imposible, para eso deberían de haber atravesado la aldea y cualquier persona cuerda detendría a dos hombres ensangrentados si se los encontraba rondando por las calles, por eso la única opción probable era que escaparon con rumbo al bosque, pero el dilema era donde buscarlos dentro de un sitio tan grande.
Agotado ya después de tantas horas caminando decidió sentarse para descansar un momento, los años fuera del servicio militar no le habían ayudado en nada, pues recordaba que antes podía marchar día y noche sin derramar una sola gota de sudor, pero ahora, después de tan solo un par de horas ya se sentía completamente agotado, casi sin fuerzas ya para continuar. En aquella situación, inundado en sus pensamientos acerca de la ubicación de los objetivos recordó que dentro de aquellos parajes existía un fuerte que llevaba abandonado una gran cantidad de años. Las probabilidades de que ellos se encontraran allí eran casi nulas, pero al menos así podría al menos tener un punto de partida para su búsqueda.
Se puso en pie de un salto tratando de ubicarse. Si mal no pensaba aquel fuerte no estaba lejos pues había caminado siguiendo de cerca el antiguo camino que dirigía a él, solo debía encontrar el sendero para que este le llevara directo a aquel lugar. Giro la cabeza en cierta dirección solo para darse cuenta de que ya no era necesario buscar el camino, a lo lejos, en medio de los incontables troncos pudo divisar una columna de humo que se elevaba en dirección a los cielos.
No se dio tiempo para pensarlo dos veces, supo de inmediato que aquellos eran los asesinos de Olyra, nadie más era tan imprudente para aventurarse en un bosque que no poseía riquezas que entregar. Sonrió para sus adentros sabiendo que se encontraba cerca de encontrar la venganza. Poco a poco comenzó a acercarse mientras desenvainaba su espada.
Casa de Gazva. 16 de octubre del 879 d.d
La niña dormía acogida por sus paternales brazos, llevaba el rostro algo enrojecido y aun algo humedecido después de haber pasado un par de horas llorando, de vez en cuando efectuaba pequeños movimientos parecidos a saltos, como si horribles pesadillas la estuvieran acosando. De seguro la dolorosa revelación que había recibido hacia tan poco tiempo le acompañaría en sus sueños más oscuros durante algún tiempo, situación que se vería aún más agravada debido a su incompetencia.
La puerta de la habitación se abrió de pronto, con un débil movimiento por parte de la persona que se encontraba detrás de ella, la detención con la que el objeto era interactuado puso al hombre en un pequeño estado de alerta. No fue tras un par de segundos cuando pudo darse cuenta de que aquella que en aquel momento entraba era su esposa, la cual tenía su vestido con más sangre que la última vez, e incluso en esta ocasión algunas de las manchas aún estaban frescas. Tras verla pudo respirar un poco más tranquilo, en ese momento quiso decirle algo, pero las palabras no lograban aflorar en su mente, por lo que decidió callárselo y simplemente observarla mientras ella se desvestía.
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Padres e hijos
AcciónPadres hijos nos cuenta dos historias distintas pero a la vez muy relacionadas entre si. Teniendo como protagonistas a dos hombres de la misma aldea que son buenos amigos pero que se irán separando y volviendo a unir a medida que transcurre la hist...