Emiliana
—¡Voooooy!—grité mientras caminaba hacía la puerta.
—¡Al fin!—dijo Sasha entrando a mi departamento con Val.
Dejó unas bolsas sobre la mesa con bebidas y lo miré confundida.
—Creí que saldríamos.
—Lo haremos—tomó una botella de vodka y sonrió—¡Esta es la previa!
—No tomare tanto, no quiero llegar ebria a mi primer baile.
—¿Como?—preguntó Val mientras reía—¿Jamas fuiste a un antro?—negué con la cabeza—No lo puedo creer.
—No es muy difícil de creer—dije mientras tomaba vasos para los tres—estaba interesada en otras cosas—respondí enogiendome de hombros.
Sasha tomo los vasos que le di, colocó vodka con Sprite y nos dio uno a cada una.
—Entonces brindemos—dijo extendiendo su vaso—¡Por las primeras veces!
—¡Salud!
Era la primera vez que tomaba aquello, me sorprendió no encontrarlo fuerte.
—Esta buenisimo—dije mientras tomaba.
—Todo lo que hago yo sabe buenisimo—dijo guiñandome el ojo—¿Crees que eso servirá hoy?
—Nah—respondió Val mientras arrugaba la nariz.
—Val estas hermosa—le dije mientras la observaba.
Vestía una pollera negra al cuerpo que le llegaba a medio muslo, una camisa roja manga cortas y botas hasta la rodillas. Su pelo caía en ondas.
—Gracias ¿Irás así?—pregunto mientras miraba mi ropa, asentí.
—Por supuesto que no—dijo Sasha mientras servía más bebida en los vasos.
Lo observé a él, estaba vestido totalmente diferente a lo que solía usar, su remera lisa de cada día había sido reemplazada por una camisa ajustada de jean y tenia puesto un pantalón negro, roto en las rodillas junto a unas zapatillas elegantes, blancas.
Pronto sentí que ya no iba vestida acorde a la situación.
Pronto sentí una mano en mi brazo, era Val que me arrastraba al dormitorio.
—¿Que tiene de malo mi ropa?—le pregunte cuando veía que abría mi mueble.
Tenía un jean con una camisa larga a rayas y unas zapatillas bajas.
—El lugar donde vamos es más —penso por un segundo la palabra correcta —elegante, tendremos que adaptarnos para entrar.
Comenzó a revisar mi ropa y pronto saco un vestido que conocía bastante bien.
—Es es perfecto—dijo mientras lo descolgaba.
Sentimos unos golpes en la puerta y pronto Sasha entro.
—Pediré pizzas ¿Alguna quiere algo más?—con Val negamos—¿Cuantas debo pedir?
—Tres—dijo Val y ambos la miramos—oh vamos, los tres comemos mucho y volveremos de madrugada hambrientos.
—Tienes razón—dijo Sasha—pediré cuatro—salió de la habitación mientras marcaba un número.
—Tu—dijo Val señalándome—cambiate y luego maquillate un poco. Por cierto ¿Hiciste algo con tu pelo?¿Lo alisaste?
—Hoy a la tarde, recorrí un poco y encontré una peluquería cerca.
—Te queda bien—dijo tocandolo—y lo dejaron suave—se levanto y camino hacia la puerta, señaló el vestido y salió.
Mire aquel vestido esparcido en la cama, era hermoso.
Nunca me la había puesto, y nunca supe por que lo había conservado, quizá dentro de mi creía ponérmelo algún día.Recuerdo mi cumpleaños hace dos años años, cuando mi tía había llegado con el, me enamoré en cuanto lo saque de su bolsa.
Era bordó, tenía un escote cruzado, en mi cintura pequeñas aberturas y llegaba a la mitad de mis muslos. Su tela era liviana y fresca, me sentía cómoda.
Lastimosamente mi madre me había tratado de vulgar por el largo y las tiras que sostenían el vestido, y a él tampoco le había gustado.
Recuerdo entre lágrimas hacer un bollo el vestido y tirarlo en el fondo de mi armario.Me desvestí con la mirada puesta en el vestido, y una vez que estaba en ropa interior lo tomé.
Suspire mientras me lo colocaba, la tela parecía acariciar mi piel.
Sin mirarme tomé mis zapatos negros y me los coloque.Luego tome aire y al fin me mire, estaba hermosa, el vestido me quedaba todavía bien.
Exhale lentamente y me controle para no llorar, no quería caer en eso otra vez, no quería ser débil.—Emi las pizzas...—se quedo callada y me observó lentamente—estas hermosa.
—Gracias—le respondí—vamos a comer.
Caminamos por en pasillo.
—¿Podras con esos zapatos toda la.
noche?—Estoy acostumbrada a usarlos mucho tiempo.
Al llegar Sasha me miro y sonrió.
—Que cambio Emi.. Tus piernas son muy largas—nos miro a ambas y sonrió—soy un hombre con suerte, saldré con dos mujeres hermosas esta noche.
Nos sentamos y comimos entre risas mientras seguimos bebiendo.
Cuando terminamos, para nuestra sorpresa solo sobró una pizza y media de las cuatro.—En media hora salimos—dijo Sasha—pero primero iré al baño—dijo tocándose la panza.
—¡Vete, vete, vete!—dijo Val mientras lo empujaba.
—Quizás quieras darme tu ambientador Emy o un cigarrillo o un papel para prender mientras...
—¡Vete!—exclamos con Val y escuchamos la risa de el mientras caminaba hacia el baño.
(...)
Si me hubieran pedido que describa un boliche sería totalmente diferente a esto.
No esperaba que fuera tan grande, no esperaba que fuera que fuera tan iluminado, pero a la ves tenia su toque íntimo.—¿Quieren tomar algo?—preguntó Sasha.
—Si trae cualquier cosa—respondió Val—¡A bailar!—gritó y me arrastro hasta la pista y bailamos.
Pronto Sasha se nos unió con mojitos.
Me encantaba el ambiente, era tan divertido.
Los tres bailabamos al ritmo de unas canciones que no conocía, por otra parte Sasha parecía gritarlas mientras hacía algunos pasos raros.
Reí mientras intentaba copiarlo, así nos pasamos un rato entre risas, bailes, tragos y canciones.La gente parecía llegar sin parar y el olor a perfume, mezclado con cigarrillo era una combinación única, extrañamente me gustaba.
Mis ojos empezaron a ver para todos lados, pero no encontré a Alan por ningún lado.
Sentí una mano en mi cintura y me sorprendí.
—¿Esperas a alguien preciosa?—pregunto un desconocido mientras se acercaba más a mi—¿Bailas conmigo?
Era atractivo, pelirrojo, mucho mas alto que yo, pero en ese momento solo quería alejarlo.
—Eh... Yo estoy...—las palabras no me salían y pronto alguien respondió por mi.
—Ella esta conmigo.
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Eres Mia
Romantik*NO SE ACEPTAN ADAPTACIONES DE NINGÚN TIPO* Emiliana, una chica como cualquier otra, solo su triste pasado la diferenciaba de otras. Alan, un joven como cualquier otro. Su atractivo y encanto eran una combinación perfecta. Ambos comenzaban la univer...